Las inundaciones generadas por las torrenciales lluvias en las ciudades de Chetumal y Cancún toman mayores espectros derivado de la basura que se acumula en la entrada de las alcantarillas que a su vez impide el correcto funcionamiento del drenaje público.
Si bien es cierto que la infraestructura hidráulica se ve superada por los fenómenos naturales, es importante que la ciudadanía tome conciencia y desarrolle la cultura cívica necesaria para depositar la basura en su lugar y de esta forma contribuir con el medio ambiente.
Sin embargo, el problema es que las autoridades no tienen un plan a corto y mediano plazo para hacer frente al cambio climático que prospecta el aumento del nivel del mar y perdida de costas.
En Quintana Roo se ha generado una deuda pública ominosa que no ha sido invertida en infraestructura hidráulica que haga frente a los fenómenos producidos por el cambio climático