EL DISCURSO DEL GOBERNADOR

DISCURSO DEL GOBERNADOR CARLOS JOAQUIN EN LA SESIÓN SOLEMNE POR EL 42 ANIVERSARIO DE LA INSTAURACIÓN DEL ESTADO LIBRE Y SOBERANO DE QUINTANA ROO.

“Entiendo que la nación se inclina por una monarquía moderada pero es el Congreso el que debe conservar intacta la facultad de declararla”. Andrés Quintana Roo.
Por esta frase que es parte de una carta redactada por el mismo Lic. Quintana Roo, donde demuestra su desacuerdo por los procedimientos empleados por Iturbide, fue destituido como subsecretario de relaciones exteriores e interiores y procesado en 1823.
Felicidades Quintana Roo, Feliz cumpleaños 42.
Decir felicidades es desear lo mejor para el presente y el futuro, es sentir lo que el pasado nos ha enseñado y hacer uso de su aprendizaje para forjar una nueva ruta en la que abunde la alegría y el éxito.
Un Paraíso en la tierra, lleno de belleza, naturaleza que se pinta en mil colores, con tonos de azul turquesa y verde que se bañan de amarillos y rojos y se embellecen con luna y estrellas, fuerte en su personalidad, atractivo en su oferta y nuevo hogar de quienes encuentran en sus brazos la oportunidad de lograr para su familia una vida de trabajo.
Hoy nuestro bello Quintana Roo cumple años, y por ello en este día rendimos tributo a quienes a través de su historia lo han moldeado y construido. A quienes lo soñaron, lo respetaron y lo amaron.
De las hondas raíces del Maya al tesón que construye el presente, con el trabajo como la fuerza de un pueblo que busca su libertad como eterna lección.
Buenos días
Saludo con respeto al Presidente de la Mesa directiva y a las señoras y Señores Diputados de la Decimoquinta Legislatura del Congreso del Estado.
Saludo
Al presidente del Tribunal Superior de Justicia;
A los Señores dignatarios Mayas, representantes de nuestra cultura y nuestra historia;
A los Señores Diputados Constituyentes;
A los Señores ExGobernadores del Estado;
A las Señoras y Señores Presidentes Municipales;

A los Legisladores Federales;
A los Diputados de la Primera Legislatura,
A los Presidentes y Representantes de Cámaras, Asociaciones Empresariales y Organizaciones Civiles.
A los Delegados Federales;

A los Miembros del Gabinete del Gobierno del Estado;
Señores Magistrados;
Señores representantes de nuestras Fuerzas armadas, Comandante de la Décima Región Militar, Comandante de la 34ª. Zona Militar, Comandante de la 1ra. Zona Naval.

Señoras y Señores
Es un gusto, como gobernador celebrar el día de hoy junto a ustedes un nuevo aniversario de la instauración de Quintana Roo como estado libre y soberano.
Y hoy nos damos cita aquí para reflexionar entre todos sobre la verdadera esencia de nuestra tierra y el espíritu de los ciudadanos que lucharon por un Quintana Roo libre y soberano.
Quizá estas reflexiones, salgan de la rutina, pero es justo también reconocer nuestros orígenes, la historia de quien nos legó su nombre.
Analicemos el por qué el nombre de nuestro Estado, lo que Don Andrés Quintana Roo, significó a través de su tiempo, su espíritu y su gran amor por México.
No es fácil encontrar en nuestros días una personalidad tan brillante y atrapante como la de Don Andrés Quintana Roo.
Escritor, filósofo y político, realiza estudios en leyes en la Real y Pontificia universidad de México.
Su vida al servicio de sus ideales lo llevan a participar en el Congreso de Chilpancingo y en 1813 lo nombran Presidente de la Asamblea Constituyente, la cual formula la declaración de independencia.
Es junto con Anastasio Bustamante, autor de la constitución de Apatzingán de 1814.
El imperio de Agustín de Iturbide, en 1822, lo ubica como Subsecretario de Relaciones Exteriores para continuar posteriormente una vasta vida pública como magistrado de la Suprema Corte y miembro vitalicio del Congreso.
Quintana Roo fue un gran escritor con una personalidad de fina y punzante pluma, de rica erudición y de un profundo sentido republicano.
Como hombre del derecho tenía muy en claro el valor del orden institucional y la necesidad de encontrar mecanismos de consensos para fortalecer la incipiente independencia de nuestro país.
Como todo personaje de su tiempo, estaba convencido, al amparo de sus ideas y de su lucha, que el futuro de la vida institucional del México independiente dependía de una visión de trabajo en conjunto, no de los mesianismos fortuitos.
No es común en nuestros días encontrar una personalidad de ese temple.
La política se ha ido convirtiendo, desgraciadamente, en la suma de los intereses individuales y ha dejado muy de lado las aspiraciones de lo colectivo.
Cuántas veces escuchamos a muchos dirigentes llenarse la boca hablando de la gente y no saben cuáles son sus verdaderas necesidades.
Y es ahí donde creo que hasta que no desaparezca esa sensación de ambigüedad e irrealidad, ningún proyecto de crecimiento y progreso, ya sea a mediano o largo plazo, será posible.
Gobernar es escuchar, es ordenar y contemplar las distintas opiniones.
Si la política significa solamente que vamos a ver constantemente lo que nos separa, no conseguiremos nunca nada.
Tenemos que ver lo que nos une, no lo que nos separa.
Ni el protagonismo ni la figuración son garantía de nada.
La gente tiene necesidades y cansancio y entendamos que está enferma de palabras.
Gobernar es dedicarse.
Si queremos jugar al ajedrez político o a las agresiones verbales, si se está pensando sólo en ocupar espacios de poder para solamente mirar y criticar hacia atrás, estamos destruyendo nuestro propio futuro.
Andrés Quintana Roo nos dió ese ejemplo, nos mostró el camino.
Muchos creen que el intelecto no se lleva con la política y eso sería blasfemar su personalidad.
Debemos entender que la riqueza de la mente no está determinada por lo que se tiene, sino por la capacidad de multiplicarlo.
Quintanarroenses
Esta es la esencia de nuestro estado libre y soberano, creado en 1974 bajo la guía rectora de nuestros constituyentes, bajo el sentimiento de nuestras raíces y tradiciones milenarias, bajo el espíritu de una constitución hecha y derecha, no la modificada para unos pocos en un salón de hotel fabricado como recinto.
Una constitución que ofreció sus esperanzas, ilusiones y progreso a los miles y miles de inmigrantes que hoy forman el crisol de razas, orígenes y nacionalidades que somos.
El verdadero quintanarroismo es aquel que transpira trabajo en la mano de cada hombre y mujer que nació y vino a este estado a ayudar a su crecimiento.
Es aquel que curte su piel de sol a sol para construir una familia y darle futuro a sus hijos.
El verdadero quintanarroismo está en quien forja su propio destino a partir de la esperanza de tener un mejor lugar para vivir.
El verdadero quintanarroismo está vivo entre nosotros en el nombre de este estado, vivo en cada parque, vivo en cada escuela, vivo cada vez que se reivindican los derechos de la gente y cada vez que se defiende la libertad, la democracia y el espíritu republicano.
No es aquel que blasfemaron su memoria, que lo saquearon y lo avasallaron y le quitaron lo más puro que tenemos que es nuestra dignidad.
Señoras y Señores
Todas las transiciones son difíciles y este punto de partida no es la excepción.
Encontramos un estado muy castigado por la mentira y la corrupción.
Yo les pido que no tengamos miedo. No escuchemos a los que se han enfermado con el poder.
Ya empezamos a caminar en la dirección a un futuro mejor, con diálogo y trabajo.
Asumamos que nunca fue fácil ser independientes y ser libres.
Eso conlleva una responsabilidad porque no podemos sentarnos a esperar que otros vengan a tomar las decisiones por nosotros.
Somos nosotros los que tenemos que elegir y hacernos responsables por las decisiones que tomamos, porque no podemos echarle la culpa a nadie de lo que nos suceda.
Ser independientes significa ser solidario y en ese marco llamo a los todos los quintanarroenses a construir la cultura del trabajo y el esfuerzo que nos llevará al camino de la dignidad, el autoestima y la felicidad.
Los que estamos en la política tenemos que dar el ejemplo en el diálogo, la cercanía, la austeridad y la transparencia.
Necesitamos que en estos meses cada uno de los gobiernos municipales se transformen en un gobierno abierto para que cada uno sepa en qué se gasta su dinero.
Necesitamos señales claras de que tenemos compromiso y palabra porque eso es lo que potencia nuestras capacidades.
Amigas y amigos,
Rememorar este 42 aniversario, puede resultar común, pero comenzamos diciendo que no queríamos una ceremonia común.
La grandeza de una tierra, está en la huella profunda que se marca en la historia de todos y que nos seguirá mostrando el camino del mañana.