Por: Revista Zócalo
En el libro En defensa de periodistas y defensores de derechos humanos en riesgo, de Luis Raúl González Pérez y varios autores, editorial Tirant Lo Blanch, plantea y pone al descubierto los obstáculos que enfrentan en México, como asesinato, violencia por difundir información, ideas y opiniones, así como la impunidad en estos casos.
En el ejercicio periodístico participa una gran cantidad de personas como reporteros, autores de blogs, personas que publican por su cuenta, y cada uno de ellos corre riesgo. Desde el año 2000, suman 114 los periodistas asesinados y se levantaron 744 averiguaciones previas por delitos cometidos contra ellos. En cuanto a las personas defensoras de derechos humanos en México, su situación también es complicada.
La Comisión Nacional en la materia documentó que de enero del 2005 a mayo del 2011, fueron 27 las asesinadas y desaparecieron 8 en el país. El Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas fue creado con el fin de ayudar a todas las personas que se encuentran vulnerables por la difusión de ideas, información y opiniones. Este mecanismo fue creado gracias a la presión que organizaciones sociales hicieron desde fines del siglo pasado. Al concluir la década de los 80 y al principiar los 90, instancias de la sociedad civil especializadas en la defensa y promoción de los derechos humanos generaron conciencia de la vulnerabilidad en la que se encontraban sus promotores, debido a la molestia de las autoridades acostumbradas a no tener denuncias por violaciones a las garantías individuales, quienes en vez de cambiar respondieron violentamente o acudían a la utilización de figuras políticas para inhibir la libertad de expresión.
Hace cuatro años, el 25 de junio de 2012, se publicó la Ley para la Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas y con ello el Mecanismo de Protección de Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas, cuyo objetivo es emitir y establecer medidas urgentes de prevención y protección. Pero aún queda mucho por hacer.
Los defensores y periodistas necesitan creer en este mecanismo y en su sistema, el cual está adecuado, tanto para hombres y mujeres que se encuentran en situación de riesgo. Los periodistas y defensores necesitan saber que no están solos y que hay un mecanismo de defensa con la prioridad de resguardar vidas. Aunque perfectamente se entiende que no basta con esto, pues se necesita una acción que ataque la impunidad y las causas de las agresiones y amenazas.