Tenemos una historia de relaciones comerciales positivas con el mercado norteamericano y con innumerables empresas que representan sus intereses que también son los nuestros.
Muchos empleos, empresas y destinos mexicanos se encuentren bajo esa relación, la cual ha sido positiva por décadas.
Hemos identificado los diferentes escenarios producto de esta relación tanto en casos en donde la afectación ha sido de la oferta, como en este caso que se trata de un factor que afecta a la demanda.
El flujo total del turismo en el mercado norteamericano en Quintana Roo es superior al 56%, un crecimiento constante sostenido de más del 3% anual.
Las mayoristas de viaje y las principales OTAS (Online Travel Agency), así como muchos de los intereses de la oferta de viajes y alojamiento involucran capital norteamericano. Las relaciones actuales con Quintana Roo son muy positivas y se prevé se mantengan.
El interés de los norteamericanos por los destinos mexicanos es positiva y creciente.
En el caso de una contracción económica norteamericana producto de un periodo de incertidumbre, el compartimiento de la demanda corresponde a una acumulación de consumos futuros, similar a otros hechos analizados en años de relación entre ambos mercados.
El mensaje debe ser claro: Nuestros destinos y productos están en perfecto estado y no deberían ser afectadas las condiciones de precios o tarifas.
Podría esperarse una breve contracción en la demanda, pero dadas las fechas, esto no afectaría la próxima temporada alta que, incluso podría ser mejor.
El deslizamiento del peso o la devaluación nos preocupa por sus implicaciones en el nivel de precios, sin embargo este factor y la percepción en el mercado egresivo mexicano podría ser benéfico. De los 13 millones de mexicanos que viajan al extranjero, el 70% viaja a Estados Unidos. Muchos de ellos podrían cambiar sus viajes o eventos al territorio nacional, en donde Quintana Roo es la principal opción.