Por: Sin Embargo
“No me siento bien cuando mencionas a Carlos Slim”, respondió Donald Trump durante una entrevista por televisión en 2013. El mexicano es mucho más rico y el próximo Presidente de Estados Unidos lo sabe. También sabe que el dueño de América Móvil es el principal accionista del diario The New York Times, desde el que –ambos magnates lo afirmaron– se apoyó a la candidata demócrata Hillary Clinton. En el proceso electoral explotó un duelo entre los multimillonarios y éste podría seguir. Aunque los negocios y acciones de Slim en Estados Unidos son menores que en América Latina, la incertidumbre por los planes de Trump están golpeando al peso y con ello, una vez anunciadas medidas concretas, afectará a las empresas del mexicano que suman activos por 50 mil millones de dólares.
Ciudad de México, 15 de noviembre (SinEmbargo).– El duelo entre un empresario mexicano y un empresario estadounidense apenas comienza. Se trata del combate entre el millonario que es principal accionista individual del diario The New York Times contra el millonario que será el próximo Presidente de Estados Unidos.
Carlos Slim Helú, dueño de América Móvil, tiene una fortuna de entre 45 y 50 mil millones de dólares, por lo que es el cuarto hombre más rico del mundo para el índice de Forbes y el octavo para el de Bloomberg.
Sin embargo, en la mañana siguiente a los resultados de las elecciones de Estados Unidos, Slim perdió 5 mil 100 millones de dólares, el 9.2 por ciento de su dinero, por la depreciación del 12 por ciento del peso frente al dólar, reportó la agencia Bloomberg. El efecto Trump seguirá golpeando a la economía mexicana, como lo han reiterado economistas, y con ello a la del hombre más rico de México, ya que una parte de sus ingresos están denominados en dólares, lo cual afectaría las exportaciones, costos de producción y deudas de sus empresas. Eso, a su vez, pone en riesgo los empleos que generan.
De acuerdo con el economista Miguel Cervantes Jiménez, de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), todas sus propiedades equivalen al 6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) de México. “Eso significa que si este hombre sacara sus activos de este país, nosotros tendríamos el mismo efecto del denominado ‘Error de diciembre’”, declaró en entrevista.
América Móvil, su principal fuente de ingresos, le ha dejado en los primeros nueve meses del año 706 mil millones de pesos. En México los ingresos fueron por 196 mil 414 millones de pesos y da empleo a 193 mil personas en el país. En Estados Unidos generó 5 mil 419 millones de dólares durante el mismo periodo, de acuerdo con su reporte en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV).
Grupo Carso (Sanborns, Sears, Condumex y Carso Energy, segunda joya de Slim) expuso en su informe trimestral que la compañía “no puede asegurar” que los acontecimientos ocurridos en Estados Unidos no afectarán “de manera adversa” sus actividades o situación financiera futura. De enero a septiembre generó 67 mil 555 millones de pesos y emplea a 74 mil 343 personas, con base en cifras enviadas a los inversionistas.
Además, una porción de sus pasivos e ingresos está denominada en dólares, por lo que las fluctuaciones del tipo de cambio “podrían afectar la competitividad” de sus exportaciones, y de sus costos de producción por las importaciones de materias primas más elevadas.
Finalmente, su Minera Frisco se pondría en riesgo porque la volatilidad originada por el temor a Trump influiría en los precios del plomo-plata, zinc y cobre, metales que la empresa produce y vende en dólares.
“En caso de que el tipo de cambio del peso frente al dólar se aprecie, la compañía podría sufrir un descenso en sus ingresos, lo que afectaría adversamente sus resultados de operación y situación financiera”, reconoció en su último reporte a la bolsa.
Donald Trump, magnate de negocios en bienes raíces, posee 3.7 mil millones de dólares y se ubica en el sitio número 156 de Forbes, después de ver cómo en los últimos 12 meses su fortuna bajó en 800 millones. Bloomberg ni siquiera lo considera en su índice.
Durante la carrera rumbo a la presidencia, tanto Slim, a través del periódico neoyorkino, y Trump, mediante sus discursos de campaña, se atacaron mutuamente. En sus primeros mensajes, luego de obtener la victoria el pasado martes, Trump no ha mencionado directamente al hombre más rico de México, pero sí al diario que posee.
En la primera potencia mundial, el ingeniero mexicano Carlos Slim tiene negocios o acciones en telecomunicaciones (TracFone Wireless y T-Mobile); tiendas y hoteles (Saks Fifth Avenue, Sears, Ostar grupo hotelero y ramada Gateway); financieras (Blackrock, Citigroup y Condumex); medios (Ora TV, New York Times); y tecnología (Apple).
“Es muy difícil pensar que Trump pudiera hacer algo específicamente contra una persona o grupo económico. Las medidas tendrían impacto de carácter general. No es tan fácil pensar que se puede hacer una regulación particular. No creo que haya represalias económicas o políticas. Si hubiese algún anuncio, afectaría a la economía mexicana en general”, aseguró el economista Gerardo Esquivel.
Pero aun si Trump frenara esas inversiones mediante impuestos o mayores aranceles, el mexicano –cuya fortuna se basa principalmente en las telecomunicaciones en América Latina– seguiría siendo más rico que él. Sus millones los ha obtenido a lo largo de su vida a través de las telecomunicaciones, bancos, tiendas departamentales, museos, fútbol, medios de comunicación e hidrocarburos mediante América Móvil, Grupo Carso, Inbursa, IDEAL y Minera Frisco.
Del otro lado del ring, Trump se ha enfocado en las bienes raíces. Posee hoteles, edificios de lujo, campos de golf y casinos, entre ellos, la cede de Trump Organization, Torre Trump, en Manhattan –desde donde se enteró que será el próximo Presidente de EU–; el Hotel Plaza (sí, donde se hospedó el niño de Mi Pobre Angelito); dos clubes de golf; su programa de concursos por televisión “The Appretince”; su fallida aerolínea Trump; y el casino Taj Mahal que quebró.
También intentó el Trump Ocean Resort Baja México, al sur de Tijuana, pero no se llevó a cabo por culpa, dijo, de los desarrolladores. “Tengo una demanda en el corrupto sistema judicial mexicano que gané y que, hasta ahora, no he podido cobrar. ¡No hagan negocios con México!”, escribió en Twitter.
En septiembre del año pasado, el número de The 400 Forbes dedicó su portada al rostro de Donald Trump, quien se unió a la lista desde 1988 y desde entonces ha reclamado a la revista la cantidad que le asignan a su fortuna. “No quieren ponerla, eso está bien”, les dijo en 2001. “Por su puesto que sus números están equivocados. Poseo mucho más que 10 mil millones de dólares”.
Bloomberg, por su parte, informó en diciembre que la fortuna de Slim bajó 20 mil millones de dólares en 2015, por lo que se convirtió en el multimillonario que más pérdidas registró el año pasado entre las 400 personas más ricas en el planeta. La agencia explicó que la fortaleza del dólar, la inestabilidad de los mercados y el colapso del petróleo “han pasado factura a los más acaudalados”. En el caso de Slim lo fue también la competencia de AT&T y Telefónica contra América Móvil, empresa que adquirió a raíz de la privatización de Telmex.
“SLIM ES UN BUEN TIPO”
En septiembre de 2013, David Letterman entrevistó a Donald Trump en el Late Show. Él, en ese momento de la historia, solo era un hombre de negocios. Decía que Carlos Slim es “un buen tipo”. Ayer dijo que el diario que posee es “deshonesto”.
–¿Sabes quién es el dueño del New York Times? Es Carlos Slim –le dijo David.
–Él tiene una visa –respondió el magnate. Vestía un traje negro, camisa blanca y corbata roja.
–Él es uno de los hombres más ricos del mundo.
–Y es un buen tipo. Lo conozco.
–¿Conoces a Slim?
–Sí. Buen hombre –contestó el también empresario.
–¿Cuánto dinero vale?
–Mucho dinero. No sé cuánto…
–Debe tener como unos cien…
–Debe tener 60 mil millones o algo así. Por debajo, pero eso está bien –evaluó el magnate.
–Eh, no es de mi incumbencia, ¿pero cuánto vale un tipo como tú?
Donald hizo una mueca con la boca, cerró los ojos, su cara enrojeció y finalmente respondió después de risas y aplausos del público:
–Dicen que solo valgo 9 mil millones –dijo a pesar de que los índices le estiman 3 mil millones.
–¿Nueve mil millones?
–Sí, no me siento bien cuando mencionas a Carlos Slim –añadió.
Ayer por la mañana, tres años después de aquella declaración, el magnate estadounidense –que ya recuperó su cuenta de Twitter– escribió:
“Wow, el New York Times está perdiendo miles de suscriptores por su pobre y altamente incorrecta cobertura del ‘fenómeno Trump’. El New York Times envió una carta a sus suscriptores disculpándose por la MALA cobertura sobre mí. Me pregunto si cambiará. Lo dudo”.
Un par de horas después puso:“El New York Times afirma hoy que Donald Trump cree que ‘más países deberían adquirir armas nucleares’. Qué deshonestos son. Nunca dije eso”.
Sin embargo, un usuario de la red social le respondió con un video en el cual se ve al entonces candidato republicano asegurando que “para ser honestos, pasará de todas formas. Es una cuestión de tiempo” cuando un periodista de la cadena conservadora Fox News le recordó que él dijo “que estaba bien” que Japón y Corea del Sur las obtengan porque “tienen que protegerse a sí mismos”.
Cuatro días antes de las elecciones en Estados Unidos, Carlos Slim dijo durante un evento que si el republicano ganaba las elecciones presidenciales “destrozaría” la economía estadounidense al causar una “inflación brutal” de 35 por ciento, por su promesa de elevar los aranceles. Reconoció que desde el periódico NYT, donde es el principal accionista individual, estuvo apoyando a la entonces candidata demócrata Hillary Clinton. También ha donado dinero a la fundación de los Clinton.
Slim también posee, respecto a medios, el portal de noticias Prodigy, Clarovideo y los canales Uno TV y Claro Sports.
Por su parte, el dueño de la imponente Torre Trump fue apoyado por medios comunicación conservadores como la cadena Fox y el texano Breitbart News. Texas fue uno de los estados que ganó Trump.
EL ENFRENTAMIENTO ENTRE MAGNATES
El 15 de junio del año pasado un precandidato a la presidencia de Estados Unidos llamado Donald Trump declaró durante su primer discurso de campaña que los mexicanos no estaban mandando lo mejor a Estados Unidos, sino a “los criminales y violadores”. Ese mismo mes, Ora Tv –televisión online en Estados Unidos propiedad de Carlos Slim– canceló un programa que estaba trabajando con una de las empresas del republicano. A partir de ese día comenzaría el combate entre magnates.
“Trabajar con alguien tan cerrado pues la verdad no nos parece que vaya a funcionar”, dijo a la agencia Reuters Arturo Elías Ayub, director de UnoTV y miembro de Grupo Carso. Slim casi nunca da declaraciones a la prensa.
Para entonces, Univision, NBCUniversal y la mexicana Televisa ya habían cancelado contratos con Trump.
El 14 de octubre de este año, desde Carolina del Norte –un estado que también ganó–, Donald Trump aseguró que “el accionista más grande del Times es Carlos Slim y, como saben, Carlos Slim es de México; él ha dado muchos millones de dólares a los Clinton y a su fundación. Los reporteros de New York Times no son periodistas, son cabilderos corporativos de Carlos Slim y para Hillary Clinton. ¿Vamos a dejar que corporaciones extranjeras y sus presidentes decidan el resultado?”.
Días antes de esas declaraciones, el diario estadounidense había comenzado a atacar al republicano a través de uno de sus talones de Aquiles: acusaciones de acoso sexual.
El editor del New York Times, Arthur Sulzberger Jr., informó en un comunicado que Slim es un accionista “excelente” y que respeta la independencia del medio. “Nunca ha tratado de influir en lo que reportamos”, afirmó. Stephen K. Bannon, presidente ejecutivo de Breitbart Noticias, por su parte, aseguró que “es un secreto a voces en la sala de prensa que Carlos Slim es el hombre que va a rescatar al Times”.
Desde 2009, por una situación financiera complicada por la que pasaba el diario, Slim les prestó 250 millones de dólares.
Independientemente de eso, el New York Times ha respaldando ininterrumpidamente a candidatos demócratas en las elecciones presidenciales que ha habido desde 1956, antes de que Slim invirtiera en la empresa mediática.