Por: Noticaribe
En la relación de la prensa y el gobierno, no son los principales protagonistas los periodistas y los funcionarios públicos, sino la sociedad.
El debate de la relación de la prensa con el gobierno ha crecido en Quintana Roo, tras la decisión del gobernador Carlos Joaquín y de los tres alcaldes del PAN y PRD de revisar los convenios publicitarios, en donde destacó el caso de la presidenta municipal, Perla Tun, que decidió acabar con este tipo de acuerdos económicos.
El ex gobernador Roberto Borge destinó 700 millones para pago de convenios con medios y periodistas, mientras que el ex alcalde de Cozumel, Fredy Marrufo, unos 25 millones.
Borge destinaba el equivalente a los presupuestos totales de tres municipios de la zona maya en convenios publicitarios, mientras que Fredy, aplicaba el 6 por ciento de sus egresos anuales.
En el caso de Solidaridad, se sabe que la cantidad destinada a medios fue superior a los 100 millones de pesos tan sólo durante el 2015, cuando el entonces Alcalde Mauricio Góngora necesitaba posicionarse para iniciar su fallida campaña por la gubernatura.
Mientras que se toma una medida definitiva, los ‘convenios’ están congelados.
La posibilidad de acabar con los ‘convenios’ o reducir los montos ha provocado la preocupación de periodistas.
En la relación que impuso Roberto Borge con los medios, no solo estaba la de difundir sus comunicados, convocatorias o avisos, sino de que no le pegaran y de que le pegaran a sus adversarios.
A cambio de este ‘combo’, Borge fue extremadamente generoso.
Dicho sea de paso, esta patológica relación impuesta por Borge, terminó dañando a ambas partes, pues a la mera hora que necesitó de sus medios, de poco le sirvieron. La mayoría de los medios acataron la orden de guerra sucia contra el candidato opositor y de ensalzar al oficial, pero los resultados no fueron los esperados por el entonces Gobernador porque sus medios y sus periodistas estaban desacreditados.
En esta relación de Borge con los medios, quien salió perdiendo fue la sociedad y, además, de manera dramática.
De entrada, se usó una importante cantidad de dinero, en un rubro no tan prioritario, pero, además, los recursos públicos fueron usados para ocultar información o engañar a la sociedad.
Con dinero público, se vetó el derecho de la sociedad de ser informada.
Es tentador que Carlos Joaquín recurra a repetir ese esquema para vivir en el paraíso de los medios, como ocurrió con Roberto Borge. Ganaría él y seguirían ganando los medios.
Pero, una vez más la sociedad quedará desinformada y, en consecuencia, vulnerable y en riesgo de volver a ser saqueada como ocurrió con Roberto Borge.
La suspensión de convenios ha generado, momentáneamente, una prensa crítica, lo cual termina siendo favorable para la sociedad, pero hay la posibilidad de que esta crítica vuelva a desaparecer.
En el debate de la nueva relación de los medios y la prensa, debe de participar como protagonista principal, la sociedad.
Los quintanarroenses requieren de información veraz y oportuna y opiniones plurales para tomar decisiones y vigilar a sus gobiernos.
La nueva relación prensa-gobierno no puede ser solo un asuntos de dos.