Por eso el silencio cómplice de Álvarez Escalera y su renuencia a dejar un puesto importante para la justicia en Quintana Roo. Sabe que con esto cuida no solo el pellejo del ex gobernador Roberto Borge sino la de él mismo.
En Octubre de 2015 cuando el magistrado José Manuel Ávila Fernández, magistrado de la Sala Constitucional y Administrativa del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) ordenó procesar a 43 torturadores de Héctor Casique, porque el Procurador Armando García Torres se había negado, su sustituto Carlos Arturo Álvarez Escalera dijo que en seis meses estarían consignados ante un juez. Sin embargo él mismo y su cuñado, el policía ministerial Aurelio Suárez Álvarez, estaban dentro de la lista del expediente como torturadores.
La protección hacía el mismo y su cuñado hizo que ahora cayeran en desacato ante la resolución del magistrado Ávila Fernández signado en la orden SCA/AP/075/2015. Tan solo por ese desacato y proteger a su cuñado, Álavarez Escalera debiera ser destituido de inmediato. Mencionado en el expediente como cómplice, Héctor Casique difundió un vídeo donde describe a su torturador Escalera con zapatos tenis, playera negra con rallas rojas y pantalón de mezclilla.
Por eso el silencio cómplice de Álvarez Escalera y su renuencia a dejar un puesto importante para la justicia en Quintana Roo. Sabe que con esto cuida no solo el pellejo del ex gobernador Roberto Borge sino la de él mismo.
Cuando se le ha preguntado si renunciaría contesta de mal humor que lo dejen «trabajar». Trabajar significa protegerse. Tiene que rendirle cuentas a la sociedad. No puede estar ahí hasta con su nepotismo dándole «trabajo» a su hija Paulina.