El ex alcalde de Cancún, Gregorio Sánchez Martínez, solicitó ante autoridades federales los permisos para construir un hotel en una zona de humedales en la isla de Cozumel. El permiso incluye cambiar un uso de suelo forestal a turístico, y la construcción de una planta de tratamiento sobre el mismo humedal.
De acuerdo a los datos del Documento Técnico Unificado del trámite de cambio de uso de suelo forestal, que se presentó ante la Secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) el proyecto incluye un total de más de 66 hectáreas, que son colindantes con el Parque Nacional Arrecifes de Cozumel, y con la laguna Chanckanaab.
El proyecto, de 130 cuartos hoteleros, requiere de una inversión de 23 millones de dólares, y daría trabajo a más de 300 personas durante la etapa de construcción, y a 250 de manera permanente durante su operación.
Se trata de un hotel con villas, club de playa, bungalows y una marina, que está ubicado en la parte sur de la isla, en el kilómetro 18.244 de la carretera. Se llamaría Palancar Luxury Suites & Spa.
Sin embargo, la puesta en marcha del proyecto es un verdadero dolor de cabeza ecológico. Primero, porque se solicita el cambio de uso de suelo de terrenos forestales a turístico para club de playa y villas, en un área de 3.65 hectáreas.
Además, el resto del terreno, de 66.5 hectáreas, colinda con un parque nacional, y está ubicado en una zona ecológicamente frágil, con humedales, dunas costeras, selva baja y hasta con anidación de tortugas marinas.
La situación es tan compleja, que la misma Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) del proyecto reconoce que en la etapa de preparación habrá “cambios permanentes e irreversibles” en la zona, por “posible contaminación por residuos urbanos y peligrosos”.
“Es importante considerar y retomar la importancia que aun y cuando el proyecto tenga características amigables con el medio ambiente, causará impactos o generará riesgo de que sucedan situaciones adversas si no se tomaran las medidas necesarias”, se reconoce en el documento.
Y agrega: “son las malas prácticas en la operación de este tipo de establecimientos las que pueden generar a mediano y largo plazo impactos acumulativos cada vez más difíciles de contrarrestar, de ahí la importancia de contar con programas internos efectivos en el manejo de residuos sólidos y el mantenimiento de baños, planta de tratamiento y líneas de agua”.
Para la construcción del proyecto, se prevé llevar baños químicos para los trabajadores, y poner recipientes de 200 litros con bolsas para juntar los desechos que se generen en el lugar.
Además, como se trata de una zona donde existe gran cantidad de palma chit, que es una especie amenazada, se buscará transplantar esta vegetación hacia zonas aledañas, y no interferir el curso de agua del manglar.
Si el proyecto se llevara a cabo, requeriría además de la construcción de una planta de tratamiento de aguas en la misma zona del humedal, para atender los requerimientos de los turistas.
El hotel contaría con 6 módulos de 18 suites cada uno (108 habitaciones en total) más 2 módulos de 11 suites presidenciales cada uno (22 habitaciones) y 180 palapas en la playa.
La Manifestación de Impacto Ambiental (MIA) presentada en septiembre pasado, está a nombre de El Jaguar Servicios Inmobiliarios, la empresa símbolo del emporio económico de Greg Sánchez, y tiene como representante legal a su hija, Elvia Karina Alfaro Moreno. (Noticaribe)