Esta es la primera vez que un gobierno en México ofrece disculpas públicas a un periodista acusado de un delito que no cometió. En la ceremonia, el periodista pidió al presidente Enrique Peña Nieto que México no sea más un cementerio de periodistas y dedicó este acto a los 104 periodistas asesinados en México en los últimos años.
Por recomendación de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) el gobierno del estado de Quintana Roo ofreció una disculpa pública al periodista maya, Pedro Canché, quien fue detenido injustamente y estuvo preso durante nueve meses (2014-2015) en el municipio de Felipe Carrillo Puerto, por criticar al entonces gobernador de la entidad, Roberto Borge.
Al tomar la palabra, el periodista y activista pidió al presidente Enrique Peña Nieto que México no sea más un cementerio de periodistas y cuestionó: «¿quién le pedirá disculpas públicas y reconocimiento como víctimas que lo son a los 104 periodistas asesinados en los sexenios de Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto? Ellos no pueden defenderse ya. El Estado mexicano debe mucho a sus familias. El Estado Mexicano no tiene a nadie en prisión por estas bajas en la libertad de expresión.
Canché consideró que este día es «de fiesta para la libertad de expresión en México» porque «un reconocimiento público y disculpas a la palabra, a la libertad de expresarse, a eso que hacemos un pequeño grupo todos los días con el periodismo».
Se trata, dijo, de un día de fiesta, unos minutos, quizá segundos cuando han expresado disculpas hace unos momentos. Los periodistas valoramos eso. Es algo histórico para nuestro gremio y queremos que usted participe de este fugaz reconocimiento en un México donde ser periodista significa ser cadáver andante.
Dijo que este acto no debe representar una humillación para nadie, ni para el Poder Ejecutivo, el Poder Judicial y el Ayuntamiento quienes «abusaron del poder para aplastar una voz en este pequeño pueblo maya, no se sientan humillados, les agradezco el cumplimiento de la recomendación 13/2015 que emitió la Comisión Nacional de Derechos Humanos(CNDH) y que me fue notificado en la cárcel un 13 de mayo de 2015, cuando estaba por cumplir nueve meses prisionero, detenido por un complot desde el poder creyendo Roberto Borge y sus cómplices que así se blindaban, asustando a la prensa crítica y libre».
Recordó que en momentos críticos recibió apoyo de periodistas nacionales e internacionales y dijo que la disculpa es también para su familia, y amigos.
Recordó que la PGR y la Fiscalía Especial para la Atención de Delitos Contra la Libertad de Expresión (FEADLE), tienen expedientes arrumbados en espera del cansancio u olvido de los defensores de los periodistas y sus amigos.
«La Presidencia de la República tiene una deuda de sangre con los periodistas en México, no solo por permitir a sus virreyes los gobernadores abusar del poder, sino por alentar la impunidad desde Los Pinos al no parar este cementerio de periodistas en que se ha convertido México. Un cementerio que lastima nuestro gremio. Y este fantasma mortal no para contra los periodistas».
Agradeció y reconoció al equipo de la organización Artículo 19 por su defensa feroz contra el abuso del poder contra los periodistas. Por su dedicación en proteger al gremio, pues su defensa «en todos los ámbitos permitió que esta disculpa y reconocimiento a la violación de la libertad de expresión fuera posible».
Aceptó las disculpas públicas, sin embargo pidió a los nuevos funcionarios que no caigan en la tentación de dejar impune a los que delinquieron no contra Pedro Canché, sino contra la Libertad de Expresión.
Dedicó también estas disculpas públicas al fotoperiodista Rubén Espinosa a quien conoció en la Ciudad de México cuando «escapaba de Javier Duarte»; a Moisés Sánchez asesinado mientras él estaba en prisión; a Regina Martínez, a Miroslava Breach, a los 104 periodistas muertos por expresarse contra el poder.
Cabe mencionar que esta es la primera vez que un gobierno en México ofrece disculpas públicas a un periodista acusado de un delito que no cometió. (Radio Formula)