(La estrela.com.pa).- El 7 de junio tomó un avión a Panamá con el propósito de entrevistar al hombre que lo había metido preso y ahora estaba en una cárcel.
El destino se encargó de darle un golpe de suerte a Pedro Canche, un activista que fue encarcelado y torturado en 2014 mientras Roberto Borge gobernaba el estado de Quintana Roo, en México, cuando cubría una protesta en reclamo de agua.
El 7 de junio tomó un avión a Panamá con el propósito de entrevistar al hombre que lo había metido preso y ahora estaba en una cárcel panameña.
‘Faltaba la crónica de Borge, el ambiente y la atmósfera en el que se desenvolvía el opresor’, dijo a La Estrella de Panamá Canche sobre su encuentro con el exgobernador mexicano.
Ningún periodista ha logrado traspasar el retén de la cárcel El Renacer, donde ahora permanece Borge, a la espera de que finalice el proceso de su extradición a México, aunque no hay aún petición formal.
La fortuna de Canche empezó con la confusión del abogado de Borge, Carlos Carrillo, quien por error le envió una serie de mensajes telefónicos pensando que se trataba de Fabián Vallado, el hombre de confianza del exgobernador, quien supuestamente debía llevarle unos encargos a la cárcel.
Canche había solicitado una entrevista con su cliente por el mismo canal.
Cuando el abogado se percató del error, se disculpó con Canche, pero éste se había tomado en serio la oferta, compró lo solicitado y acudió al penal. Cuando llegó a El Renacer, la guardia estaba al tanto de que el exgobernador recibiría una visita con sus efectos personales: unos jeans, la camisa celeste para recibir visitas y otros artículos más. Canche lo llevaba todo y el abogado de Borge nunca especificó quién iba a ser la visita.
Así que Canche pasó por la requisa habitual y esperó al exgobernador, a quien además de todo, le llevaba un emparedado de lomo con sabor típico panameño.
Esperó diez minutos hasta ver salir a su verdugo de la celda; ‘el hombre que en su momento se sentía invencible’, apunta Canche.
El periodista escondió su ansiedad entreteniendo su espera con cada detalle del ambiente para retratar en su memoria el escenario en el que se encontraría con Borge en una situación adversa.
Lo vio dirigirse hacia el área de visitas donde él lo esperaba y fue cuando se mezclaron sus sentimientos. Experimentó empatía por el preso, por haberse encontrado en la misma situación, pero se acordó de sus propios tiempos amargos y de que lo más preciado de un hombre es la libertad. Y a él se la arrebató Borge.
El encuentro frente a frente duró tan solo 30 segundos. Al verlo, Borge se asustó. Enseguida le gritó que se fuera: ‘qué haces acá, no quiero verte a ti, sino a Fabián (Vallado)’, le espetó a Canche y le pidió a los guardias que lo sacaran de la cárcel, en un giro de total ironía.
Nunca se sentó en la silla que el periodista tenía reservada para la entrevista. Pero sí vestía los jeans y la camiseta que él le había llevado.
‘El tiempo perdonará a mis verdugos, no sentí mal, yo no siento rencor. Al contrario, si me lo hubiera pedido, le hubiera dado algún truco para sobrevivir en la cárcel’, relató Canche a este diario.
El reportero escribió su propia crónica en su blog, donde, entre otras cosas, detalla que Borge ocupa la celda que era de Noriega.