Por Pedro Canché.
En alguna página de esos que pupulan en la red, empiezan a candidatear a Pedro Joaquín Delbouis para gobernador en 2022 para Quintana Roo. Hijo de Pedro Joaquín Coldwell y sobrino del gobernador Carlos Joaquín al Jr ya lo empiezan a perfilar para primero ser candidato a alcalde de Cozumel.
Empiezan a hacerle ruido en la red para publicitar a este otro descendiente de los libaneses para dirigir el destino de los quintanarroenses.
Sería el colmo. Quintana Roo ya no aguanta otro Joaquín. Si ya van dos y hasta parece la dictadura perfecta. Con el tercero ni hablar. Y eso que la hermana Addy Joaquín también quiso.
Ya son los Borges y los Joaquín los jeques de un Estado que ha carecido de liderazgo propio y son tuertos que encuentran en tierra de ciegos la oportunidad de ser reyes.
Así ocurrió en 1981 cuando por amistades de los priistas de esa época con don Nassin Joaquín Ibarra le dieron la candidatura asegurada a Pedro Joaquín Coldwell en Quintana Roo.
Y en 2016 la coyuntura de un Borge enloquecido y la sumisión de los políticos del Estado- nadie quiso enfrentarlo, todos prefirieron comer de su mano- hizo que Carlos Joaquín llegara al poder por el PAN.
Era el momento de una alternancia real donde MORENA fue enquistada por el virus llamado Dr Pech y el PRD se fue como ya es su costumbre con los de la ultraderecha, el PAN. Se perdió la oportunidad y los libaneses siguen en el poder.
Pedro Joaquín Delbouis, presidente de la Fundación de Parques y Museos, para candidato a alcalde de Cozumel y de ahí a la grande sería igual de trágico a la añoranza de algunos chetumaleños por su gobernador que lavó dinero para el narco y que está terminando de purgar su condena en México.
¿Otro Joaquín? No por favor…
