Videos difundidos en las redes sociales muestran las torturas, vejaciones e indicios de abuso sexual a los que son sometidos reclusos del penal de Apodaca, ubicado en el estado fronterizo de Nuevo León.
La imagen más impactante muestra a los internos casi desnudos, con ropa interior femenina, fregando el piso en fila mientras otros internos se burlan de ellos y los golpean. «Órale, perra», dicen los abusadores a los reos humillados. «En tanguita, en ‘babydoll'», rematan.
Algunas versiones difundidas por ImagenTv apuntan a que una de las víctimas de humillación es el capo conocido como ‘El Muletas’, líder del Cártel del Noreste.
Los medios de comunicación difundieron primero que los abusos fueron cometidos en el penal de Topo Chico, donde murieron 29 internos el 10 de febrero del 2016 en un motín que generó atención internacional. Sin embargo, el gobierno del estado, encabezado por Jaime Rodríguez –un hombre que llegó a su puesto como independiente–, hizo público un comunicado en que aclaró que los hechos se suscitaron en el penal de Apodaca, y que su administración implementaría una serie de acciones dentro del lugar.
Durante una revisión realizada el martes, agentes de la Policía encontraron desarmadores, un teléfono celular, clavos, tijeras y una memoria USB, además de residuos de cigarros con marihuana.
Además, en una entrevista en el portal de televisión por Internet del diario ‘Excelsior’, la titular de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Nuevo León Sofía Velasco aseveró que el penal de Apodaca está masificado y que su institución ha lanzado diversas recomendaciones al gobierno de Nuevo León alertando sobre las condiciones de los penales de la entidad. Su institución ya emitió medidas de protección a las autoridades carcelarias para la investigación de los hechos con objeto de determinar cómo se desarrollaron estos actos.
Las cárceles mexicanas han sido objeto de constantes motines y violencia en la última década, como muestra el portal SinEmbargo en un recuento de incidentes.
En concreto, el estado de Nuevo León tiene un problema con tres motines recientes en Topo Chico, el penal más viejo del estado. La Comisión Nacional de Derechos Humanos ya había sugerido en 2016 que este penal fuera cerrado, alertando al gobernador de condiciones «que atentan contra la dignidad de la población penintenciaria en aspectos materiales o de infraestructura» y «de deficientes servicios de seguridad, salud, higiene, educación y trabajo», según el diario ‘El Universal’. (RT)