Por medio de los datos arrojados en el informe Agresiones contra defensoras de derechos humanos en México. Diagnóstico Nacional, se logró identificar que en México, semanalmente ocurren al menos cuatro agresiones contra defensoras, es uno de los países más peligros de la región mesoamericana para ejercer la labor de defensa, como el derecho de las mujeres a una vida libre de violencias; los derechos de información y libertad de expresión; y las defensa de la tierra, el territorio y los recursos naturales. Por tanto México, se ubica en el segundo lugar de la región, después de Guatemala, por la cantidad de agresiones perpetradas contra las defensoras.
A falta de información sobre las agresiones a mujeres defensoras de derechos humanos y periodistas, la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en México (RNDDHM), conjuntamente con la Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos (IM-Defensoras), documentaron 615 agresiones en el periodo de dos años, 2012-2014. El informe reveló que, de 2010 a la fecha, 41 defensoras de derechos humanos fueron ejecutadas, crímenes que permanecen en la impunidad.
Gracias a la documentación se logró identificar otros tipos de violencias e inequidades en los ataques, las cuales son expresiones de la discriminación por razones de género, como amenazas de violación sexual, campañas de difamación y desprestigio con lenguaje sexista y machista, amenazas de atentar contra las hijas/os, y hostigamiento en redes sociales vía mensajes e imágenes con connotación sexual. Aunque la intimidación y el hostigamientos psicológicos, seguidos de calumnias, señalamientos y campañas de desprestigio, destacan entre las agresiones más recurrentes contra las defensoras, los asesinatos son una constante.
En el informe se destaca que la violencia contra mujeres defensoras y periodistas se incrementa. En tan sólo tres años, los ataques crecieron en 261%, al pasar de 118 en 2012 a 308 en 2014. La evidencia apunta a la continuidad y el recrudecimiento de esta violencia. De acuerdo con el monitoreo de medios, tan sólo en enero de 2017, mes en el que Michel Forst, Relator especial de la ONU sobre la situación de las personas defensoras de derechos humanos realizó una visita oficial a México, se perpetraron al menos 15 ataques contra defensoras, lo que representa el doble de casos registrados en enero de 2016.
Quienes más agreden a las defensoras y periodistas son servidores públicos, prioritariamente policías, que, al ser parte de la estructura estatal, están obligados a garantizar el ejercicio del derecho a defender los derechos humanos en condiciones de seguridad e igualdad, pero resulta que son los principales verdugos de las defensoras. En este sentido, el documento señala que de 2012 a 2014, 299 servidores públicos estuvieron involucrados en agresiones contra defensoras, de los cuales 127 son policías. También se comprobó que dentro de los agresores de las defensoras se encuentran integrantes de organizaciones o del movimiento social, así como miembros de la comunidad. (Somos el medio)