(Hugo Martoccia, La opinión de QR).- Una encuesta que el PAN tiene en sus manos desde los primeros días de abril muestra que la presidenta municipal de Cozumel, Perla Tun, ha quedado por debajo del PRI en la intención de voto.
La encuesta, que conocen unos pocos dirigentes, prendió todas las alarmas, pero lamentablemente no sorprende a nadie. Hace mucho que los aliados que llevaron al poder a Perla Tun, PAN y PRD, han tomado distancia de la gestión.
Hasta hace unas pocas semanas, lo único que sostenía a la alcaldesa era que los números la fortalecían. Eso ha cambiado, y ha cambiado la visión de los partidos.
La posibilidad de un desplome electoral a poco más de un año de la elección, ha modificado la actitud de las principales figuras panistas, e incluso del propio gobernador Carlos Joaquín, que ve que podrían perder un bastión electoral fundamental. Y que, además, lo ganarían sus acérrimos enemigos, lo cual no es un dato menor.
El problema, según los números de la encuesta, tiene que ver con las formas políticas de la alcaldesa. Parece que aquello que le hizo ganar votos, ahora empieza a desgastarla.
Según la mencionada encuesta, hay un sector importante de la isla que considera que “no la dejan trabajar”, o que “no le dejaron recursos”. Pero parece que la espuma electoral ha bajado, y, como sucede siempre en política, la memoria es corta. La sociedad quiere resultados.
En ese sentido, hay dos versiones de Perla Tun. Una tiene que ver con los problemas internos. Las constantes discusiones en el Cabildo, la renuncia masiva de funcionarios que no soportan sus modos, la creciente inseguridad, o las polémicas alrededor del carnaval o la feria del El Cedral, que son tradiciones fuertemente arraigadas en la ínsula.
Pero hay otro costado favorable que es su manejo financiero. La alcaldesa recibió un municipio quebrado; el único del estado que debe mucho más de lo que recauda anualmente. Y sin embargo, ha salido adelante.
En ese sentido, hasta el propio gobernador Carlos Joaquín la respalda. “Es la única que no me pide dinero”, les dijo semanas atrás a un grupo de panistas que le preguntaban qué hacer con ella.
Eso no implica que el mandatario estatal no esté muy preocupado por el destino electoral del municipio, donde el PRI aún tiene una fuerza considerable.
EL ASUNTO ELECTORAL
“Si nos dejamos llevar por rumores, no tendríamos candidatos”, dice le secretario estatal del PAN, Mario Rivero, con respecto a los dichos sobre el carácter y las formas de la alcaldesa, y su efecto en los votantes.
El dirigente dice que “hay confianza” de los ciudadanos en la gestión, y no quiere apurar el tema electoral. “Después se verá si va a la reelección, ahora es tiempo de gobernar”, dice.
El PAN ha tenido que hacer milagros para mantener una cierta postura de unidad en sus regidores para que voten a favor de la presidenta en diversos temas. Y aún así, no ha logrado demasiado. En varias sesiones de Cabildo sus propios aliados le han dado la espalda.
Un importante militante panista explica: “No escucha a nadie, es ella y su versión de las cosas; nada más. Así no se hace política”.
Por el lado del PRD la situación es aún peor. El dirigente municipal del partido, Ramón Escalante, no anda con vueltas. “No hay ninguna relación con ella” dice.
Cuando se le pregunta porqué Perla Tun se queda sin el apoyo de los partidos que la llevaron al poder, responde: “Ella construyó su propia muralla”.
En ambos partidos coinciden en algo: si Perla Tun quiere la reelección debe reconstruir su relación con ellos, que son los legalmente facultados para proponerla. Pero los modos de la alcaldesa no le dan lugar a demasiadas expectativas.