Tan rápido Borge ha conseguido privilegios. Ya tiene su propia celda, su parrilla eléctrica y ya hasta se hace unas tortillas con el que acompaña sus propios guisos.
(Renacer, Panamá).- Por Pedro Canché. El preso del pabellón de enfermería se ha fastidiado en comer lo mismo. En la mañana volvió a desayunar dos huevos sancochados, agua y media naranja. Lleva hasta hoy durmiendo una noche en el aeropuerto de Tucumen, 4 días en las celdas oscuras de la Dirección de Investigación Judicial(DIJ) y 6 días en El Renacer.
La parrilla eléctrica
Desde que ingresó en el Centro Penitenciario de Gamboa el menú ha sido pollo frito y arroz. En las cárceles de Panamá no se sirven carnes rojas y pescado por ser platillos caros para el presupuesto carcelario. Con excepción del sábado cuando recibió de Fabián Vallado tres pizzas grandes de mozarella y con ello se ganó la amistad de algunos internos.
Roberto Borge ya agotó la dotación autorizada de víveres. Entonces acude a los presos olvidados. A aquellos a quienes nadie visita. Usa a los presidiarios Juan Valle, Paul Muñoz, Héctor Amilcar y José Fuentes para que den su nombre a la guardia y por el nombre de ellos le traigan alimentos. Ayer le trajeron 40 kilogramos de comida con el nombre de ellos por su fiel secretario Vallado. Una carretilla del huerto fue usada para llevárselo en su celda.
«Estimados funcionarios de la Dirección Carcelaria de la Villa Gamboa: Solicito su amable autorización para ingresar en mi celda una parrilla para cocinar […] su amable servidor Roberto Borge A. número 254… rúbrica». Es una carta garabateada a lápiz dirigido el día 12 de Junio a las autoridades.
El cocinero hizo unas tortillas…
-¿Qué cocinó Roberto Borge?
«El hizo unas tortillas, dice que las extrañaba… esos discos de maiz precocidos. Le consiguieron la masa. Cocinó espagueti y carne de puerco. Hizo arroz seco para acompañarlo. Le invitó a sus cuatro compañeros que dieron su nombre. El frijol enlatado, se lo pasaron en una bolsa de plástico. Lo calentó y lo untó a las tortillas», dice una fuente de la Fiscalía de Asuntos Internacionales de la Procuraduría General de Panamá (PGP) pendiente de el ex gobernador.
Fabían Vallado le llevó un litro de cloro y dos kilos de detergente. En la rutina de hoy Borge lavó su celda y su baño. Se encuentra solo en esa celda del pabellón de la enfermería. Y lo ponen a lavar los otros baños. Esa tarea es de cajón. De repente ha conseguido algunos privilegios. Tener su propia celda y cocinar sus alimentos. «Estará poco tiempo en Panamá», han dicho las autoridades.
La requisa
Una revisión nocturna el día 13 de Junio en la madrugada despertó al inquilino apodado «El mexicano». Fuerzas policíacas interrumpieron en la prisión, interrumpieron a Borge de su sueño. Lo acostaron boca abajo y hurgaron entre sus ropas, bajo su colchón y entre sus cosas. Es la revisión protocolaria sorpresiva que se hace regularmente en el El Renacer con 254 internos. No hallaron nada. Al menos no en la celda borgista.
«El hombre tirado al piso frío con las manos en la espalda no se movía. Un guardia con fuerte voz imperativa lo hizo tirarse enseguida. Había preguntado si se lo estaban llevando a México», reveló nuestra fuente.
hasta ahora solo su abogado Arturo y Carlos Carrillo y su amigo Fabían Vallado lo han visitado. Ningún familiar se ha reportado. Su padre Roberto Borge Martín ha dicho a los abogados que llega este jueves. (continuará).