Monreal y su abuso de las redes
Por: Miguel Alejandro Rivera
La propaganda política ha sido hija de su tiempo. En su momento se usó la prensa, después fue el cine, la radio; la televisión una revolución cuando la partidocracia entendió que un político tenía más futuro como rockstar que con buenas propuestas. Sin embargo, en tiempos de redes sociales, el internet es el que manda.
Las campañas políticas contemporáneas se han visto marcadas por el poder de las audiencias online: Barack Obama fue llamado por The Washington Post, “el Rey de las redes sociales”, gracias a las cuales obtuvo millones de votos en las elecciones de 2008; en contraste, un movimiento como el #YoSoy132 , surgido en estos espacios virtuales, restó a Enrique Peña Nieto un aproximado de 5 millones de votos en las elecciones de 2012.
En México, parece que poco a poco se experimenta con el uso de la web para hacer proselitismo político: en pasadas elecciones han existido candidatos que usan la red para auto ridiculizarse en busca del sufragio, como aquellos que bailan y suben sus videos a YouTube, y otros que de manera mesurada muestran su propuesta para ver cómo es que reaccionan los electores; no obstante, las formulas “cargar al bebé”, “besar a la señora” o “abrazar al marginado”, siguen siendo las más utilizadas.
Sin embargo, quien parece estar explorando todas las aristas de la propaganda digital es el delegado de Morena en la Cuauhtémoc, Ricardo Monreal Ávila, quien diariamente aparece en redes con una nueva ocurrencia, la cual trasciende en otros medios de información, creando así una narrativa transmedia de su devenir político.
La situación con el exgobernador de Zacatecas es que parece estar abusando de la plataforma cibernética al grado de que incurre en la misma acción que su corriente política tanto critica de Peña Nieto: crear un personaje cuya popularidad vaya de la mano con su imagen y no con su trabajo; es decir, Monreal pintando una barda, Monreal coordinando cuadrillas de limpia, Monreal recibiendo vecinos, es nuevamente el político cargando al bebé o abrazando al marginado ¿Por qué no limitarse a trabajar, por qué la urgencia de que todos lo vean?
No estamos poniendo en duda la calidad del trabajo que el delegado esté realizando en la Cuauhtémoc, lo que se cuestiona es el método de posicionarse en el ideario del electorado capitalino: pasa de ser un líder trabajador a un político presuntuoso. Incluso, son tan constantes los problemas que se le presentan, como miles de pesos que aparecen de la nada o espionaje en su oficina, que hasta el líder del PRD en la Cámara de Diputados, Jesús Zambrano, calificó de “raro” el episodio del dinero en la maleta.
Un video más apareció en las redes de la Cuauhtémoc: Monreal nombrando Jefe de la Unidad Departamental de Educación a Isaac Castillo. El delegado hace alarde de este acto como si le estuviera haciendo un favor al joven cuya única peculiaridad es que usa rastas en el cabello ¿Por qué sólo presentar así a este sujeto y no a todo su equipo, por qué usarlo como propaganda y no simplemente asumir que es otro ser humano que como cualquiera merece un empleo, sin exhibirlo como si fuese un paria?
Las redes son poderosas para la propaganda política, pero el abuso de ellas puede causar la debacle política. Un servidor público puede apoyarse en la web para catapultar su carrera, pero cuando el recurso se sobreexplota o se usa mal, harta a la audiencia.