Por Enrique Huerta
Sobre la avenida Nichupté y México, a la altura del fraccionamiento Arboledas, se encuentra un edificio de lo que sería el Centro de Justicia Penal, el cual está casi nuevo, sólo le falta amueblarse para que entre en funciones. Sin embargo este inmueble, que tiene un anuncio que indica que es del Poder Judicial de Quintana Roo, sigue igual, a pesar de que hace un año fue inaugurado con una ceremonia, a la que el propio gobernador Roberto Borge asistió, como parte del compromiso de la entidad con los nuevos juicios orales.
“Este edificio que está aquí lleva abandonado dos años y no lo han utilizado para nada. Hace aproximadamente una semana lo vinieron a limpiar.
Dijeron que estas instalaciones pueden ser utilizadas para ser un museo o actividades culturales para los niños, pero pues no está en uso y se gastaron muchos millones para poder construirlo y pues no se me hace ideal a los vecinos que esté así, abandonado, sin tener ningún uso”, indicó una vecina del lugar, quien por seguridad prefirió guardar el anonimato.
Los vecinos del lugar recordaron que incluso hace más de un año, este recinto, que sería un Centro de Justicia Penal, fue inaugurado en una ceremonia en la que el propio gobernador de Quintana Roo, Roberto Borge, cortó el listón, ante la sonrisa del titular del Poder judicial del estado, Fidel Villanueva.
“En aquella ocasión cortaron el listón, hasta vino el gobernador actual y algunos otros funcionarios, pero a partir de ahí el edificio no ha sido usado”.
Muestra de ello es que el edificio, que parece ser un anexo de los juzgados mercantiles que se encuentran al lado de este “elefante blanco”, no cuenta con muebles en su interior, el único es aquel que utilizan los hoscos guardias, que no permiten que uno se acerque a este recinto público y, mucho menos, que lo fotografíe. Si uno logra burlar la encimosa marca del par de guardias del lugar, podrá ver que los vidrios verdes de la puerta principal están empañados por tanta suciedad
“No hay ningún mueble, está totalmente vacío, sólo hay guardias de seguridad que están cuidando pero no hay nada qué cuidar”, indicó otra inconforme.
La única ocasión en la que se han ocupado de este inmueble vacío del Poder Judicial de Quintana Roo, relató otra persona, fue cuando unos trabajadores hicieron labores de limpieza.
“Hace poco vinieron unos trabajadores para darle una manita de gato y que no se vea tan descuidado. Ahorita ya le cortaron el pasto –que incluso invadía la banqueta–, ya se ve mejor, pero la verdad, reitero, esta área se puede utilizar para dar clases o cursos de algo”.
Los vecinos inconformes lamentaron que aún no se hayan sumado más voces para organizarse y quejarse formalmente, ya sea ante el Poder Judicial o el Ayuntamiento de Benito Juárez, pues consideran como un desperdicio de espacio y recursos este elefante blanco.