Al cierre del segundo trimestre de 2016, la deuda neta del gobierno federal se ubicó en 6 billones 519 mil 981.7 millones de pesos, esto equivale al 34.5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), por lo que el Banco de México (Banxico) emitió una alerta sobre el tema.
“Algunos integrantes enfatizaron la necesidad de que las autoridades fiscales proporcionen certidumbre sobre la trayectoria de las finanzas gubernamentales y el compromiso de dichas autoridades con niveles de endeudamiento público sostenibles. Por lo que destacaron que sería deseable contener el crecimiento del saldo histórico de los requerimientos financieros del sector público en relación al PIB”, dice la última minuta emitida por la Junta de Gobierno del Banxico.
Pidieron a las autoridades federales tomar medidas que controlen ese aumento de deuda pública.
Este mensaje es similar a lo dicho por calificadoras y analistas, quienes han coincidido en alertar sobre la creciente deuda pública de México, lo que ha afectado sus notas crediticias y el manejo de las finanzas públicas.
Ejemplo de ello es lo dicho por Jaime Reushe, vicepresidente analista senior de riesgo soberano de la calificadora Moody’s, quien alertó sobre los altos índices de los pasivos federales, los cuales podrían llegar a equivaler al 39 por ciento del PIB.
Deuda como espuma
La deuda pública federal ha aumentado en casi 6 billones de pesos en los últimos 15 años.
Según el analista financiero Enrique Galván Ochoa, en el año 2000 el expresidente Ernesto Zedillo dejó una deuda pública federal de 0.7 billones de pesos.
Al término del sexenio de Vicente Fox, el primer presidente que rompió con más de 70 años de priismo en la Presidencia, los pasivos se ubicaban en 1.9 billones de pesos.
El segundo presidente de México emanado del PAN, Felipe Calderón, dejó la residencia oficial de Los Pinos con un adeudo de 6 billones de pesos.
Cabe destacar que Galván Ochoa tomó estos datos de la Secretaría de Hacienda para una columna publicada el 2 de septiembre de 2015 en el diario La Jornada.
