La pesadilla de un defensor de Derechos Humanos que estuvo a punto de ser desaparecido por la Policia de Cancún

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Policías municipales aprehenden, agreden y humillan al defensor de los derechos humanos Raúl Fernández

Por Enrique Huerta

Por defender a unos jóvenes de los abusos perpetrados por elementos de la Policía Municipal, Raúl Fernández de León, delegado de la Comisión Nacional e Internacional de Organizaciones y Confederaciones de Derechos Humanos, fue aprehendido, arrestado sin ninguna causa y hasta humillado y maltratado.

La fresca noche de ayer se tornó en una amarga madrugada, el abogado defensor de los derechos humanos observó que un par de motopolicías cateaban a dos jóvenes que practicaban con sus patinetas en el parque de avenida La Luna, por lo que decidió intervenir para auxiliar a los chicos.

“Los policías en realidad los estaban esculcando para tener pretexto para extorsionarlos. Yo me di cuenta de ello y le dije que lo que estaban haciendo era ilegal, que ellos sí podían revisar a las personas, siempre y cuando con una orden judicial de por medio”, explica Raúl Fernández con la voz aún perturbada por la humillación y el abuso policiaco que duró casi cuatro horas.

Señala que, de repente, llegaron más elementos de la Policía Municipal al lugar y comenzaron los jaloneos e insultos hacia este defensor de derechos humanos.

“En ese momento me quitan el celular, fue cuando se llevaron mi celular y me lo avientan en la batea de la patrulla y me dicen ‘Ahí está tu pinche celular’. En ese momento yo ya sabía que habían borrado todo, para eso se lo llevaron. Me lo devuelven, pero ya sin nada”.

Fernández recuerda que incluso uno de los policías se ofuscó tanto que lo intentó agredir con un manotazo.

“Estaba muy agresivo conmigo, no sé si me conoce o si sabe que hacemos operativos, pero estaba muy molesto porque cuando me esposó yo me quería sentar en la batea y él me dice: ‘No, tú te vas a sentar en el suelo’ y me tiran, esposado. Yo no opuse resistencia”.

Finalmente, los elementos cargaron con los dos muchachos y con Raúl Fernández, a quien acusaban de obstrucción de la labor policiaca.

“Les decía que en ningún momento me interpuse en sus labores y les dije que simplemente lo que estaban haciendo estaba mal, que no podían catearos sin una orden judicial”.

-¿Te golpearon en el traslado?
-Bueno, en el traslado no, pero iba incómodo y le dije: ‘Oye, voy todo incómodo aquí’. De hecho, bajé de la patrulla todo entumido y le dije que esto no podía ser, que estaban violando mis derechos humanos y que estaba en funciones. En eso empieza a sonar mi teléfono, me hablan de (la Secretaría) de Gobernación, me empiezan a hablar y hablar y no me dejaron contestar ninguna llamada. Me decían: ‘No, tú no puedes’. Cuando iba a contestar me decían que no. En pocas palabras, me incomunicaron.

Luego de un paseo por varias partes de la ciudad, Fernández –a quien de poco le sirvió acreditarse como defensor de derechos humanos avalado por el gobierno federal– y los muchachos fueron llevados a la parte de atrás de la Secretaría de Seguridad Pública Municipal, donde se dieron los abusos y humillaciones hacia el entrevistado.
“Me tuvieron parado, pegado a una pared, desde las 12 y media de la noche hasta casi las 2 y media de la mañana. Querían que pusiera mis huellas y les dije que no era delincuente”.

-Mencionaste que incluso les “sembraron” droga a los muchachos.

-Sí, porque cuando les cuestioné de por qué los estaban revisando, nunca contestaron nada, pero da la casualidad de que cuando me tenían allá atrás se ponen a revisar al muchacho y dice: ‘Mira, lo que tú defiendes, defiendes a toxicómanos- le respondió un policía mientras le mostraba una bolsa con mariguana, una pipa de cristal.
Fernández le explicó que “en ningún momento, cuando me bajé del carro, vi que los muchachos estuvieren consumiendo algún enervante. Lo que yo vi es que tú estabas bolseando a los muchachos al revisar sus pertenencias, tú y tu compañero”.

Señala que los policías municipales querían que firmara unos documentos, a lo cual el activista se negó a hacerlo.

“Me tomaron como trofeo, porque empezaron a correr la voz de que estaba yo ahí. Empezaron a llegar patrullas y patrullas y empezaron a tomarme fotos y me decían ‘Muévete para acá’ Y yo me negaba y me llevaban, me pusieron donde está el letrero de Seguridad Pública; me empezaron a tomar fotos de lado, de frente. Me llevaron a la parte de atrás y querían que pusiera mis huellas y les dije ‘No les voy a poner nada porque no estoy infringiendo ninguna falta; yo estoy en funciones y lo que tú estás haciendo es una arbitrariedad hacia mí, estás violando mis derechos fundamentales’”.

Agrega que ya no quiso hablar más con los agentes policiacos, quienes lo llevaron a la parte de atrás de Seguridad Pública y volvieron a tomarle fotos, incluso, dice, arribaron personas vestidas de civil para sacar más fotos.

“Y ya cuando me treparon a la patrulla para llevarme al Torito, me empiezan a llover los flashazos por todos lados. Hasta el tipo que iba en la patrulla levantó mi cabeza para que me tomaran fotos. Me exhibieron, la verdad eso me dolió muchísimo porque entendí que ellos querían denigrarme en ese momento, querían humillarme, y empezaron a reírse, a carcajearse. Yo me fui simplemente muy molesto, pero muy callado”.

Aunque dice que no ecibió amenazas directas por parte de los policía, éstos iban haciendo mofa de sus abusos, con el fin de amedrentarlo.

-¿Ya en el Torito, cómo te trataron?
-En el Torito me vuelven a tomar fotos, ponen mi nombre en un pizarrón y vuelven tomar fotos. Me dan un documento para que firmara, donde según había infringido el Bando de Buen Gobierno.

Ya en el Torito, un celador lo dejó en una celda para él solo, en donde estuvo alrededor de una hora.
Volvió a negarse y solicitó una llamada telefónica, la cual no se la permitieron. Al final de cuentas, sí logró comunicarse con sus compañeros de la ONG, quienes ya lo esperaban.

-¿Cuando te soltaron, qué te dijeron?

-Salió Ángel Arzápalo, creo que es la persona que estaba a cargo ahorita de Torito y me pidió disculpas, me dijo “es que no hay ningún motivo de porque lo trajeron y yo le dije: “Bueno, eso se los dije desde un principio pero no quisieron escuchar, no sé cuál era la idea de ellos o qué era lo que querían, pero nunca quisieron escucharme”.
“Yo veo esto como una venganza hacia nosotros, así lo digo, abiertamente. Esto ha prendido la alerta roja en la Comisión, porque esto quiere decir que la persecución va a seguir y va a ser intensa. Y hago responsable al gobierno de Remberto Estrada, al anterior, Paul Carrillo y al exgobernador Roberto Borge Angulo, porque esto va a continuar, esto va a seguir”.

-¿Ves un mensaje de Borge, de Remberto, de Paul?

-Por supuesto que sí. Las indicaciones, por lo que vi el día de hoy, es que nos levanten, ya lo hicieron conmigo.

Y agrega: “Lo que me sucedió a mí es el vivo ejemplo de lo que hacen todos los días las policías: salen a delinquir, esa es la realidad, eso hacen. No salen a velar por los ciudadanos, eso es mentira. Lo que hablan los presidentes municipales es pura falacia, porque realmente lo que me sucedió hoy a mí, es un hecho lamentable, porque me dio una impotencia… Es muy triste ver que te sucedan este tipo de cosas y de que te quieran hacer pasar por un delincuente, porque eso querían los policías, y todavía se le va al policía que dijo ‘Que se vaya a la AFI para subirlo a la Plataforma México. Imagina lo que querían hacerme, querían exhibirme, no sé qué querían hacer, pero se veía claramente que querían vengarse de mí y de todos mis compañeros, porque le pudo haber pasado a cualquiera”.

Compañeros al apoyo

Leonardo Kumul, miembro de la de la Comisión Nacional e Internacional de Organizaciones y Confederaciones de Derechos Humanos, relata el calvario que fue, primero hallar con Raúl Fernández, y después lidiar con la burocracia policiaca para lograr su liberación

-¿Cómo fue que Raúl Fernández se puso en contacto con ustedes?

-A las 12:25 de la mañana recibo una llamada de Raúl Fernández León, la cual grabé, en donde me dice que dos motopatrulleros estaban revisando a dos jóvenes ilegalmente; él, en funciones de delegado de la Comisión Nacional e Internacional de Derechos Humanos, se baja de su auto y, sin interrumpir la labor de la policía les pregunta “¿qué pasa?” Graba a los policías mientras me está diciendo que lo están revisando, que lo están hostigando, hasta que él cuelga. De ahí, a la 1 de la mañana me hablan del Mecanismo de la Subsecretaría de Derechos Humanos de la Segob y me dicen que habían levantado al señor Raúl Fernández León y que a última llamada que pudo hacer fue para la Secretaría de Gobernación, que me dio aviso”.

Dice que el contacto con Raúl Fernández fue a través de mensajes cortos, por lo cual pudieron seguirlo, aunque fue sacado de las instalaciones de la Secretaría de Seguridad Pública municipal a escondidas.

“Quiero manifestar que mientras estábamos afuera de la Secretaría de Seguridad Pública, motopatrulleros salieron a amedrentarnos, apuntándonos con sus armas a mí y a mi equipo, por lo cual decidimos no movernos de un punto fijo, que era bajo una cámara de vigilancia y una lámpara hasta que llegó la Gendarmería y nos trasladamos al Centro de Retención, donde se encontraba Raúl, y donde el encargado Ángel Arzápalo nos dice que está detenido por nada, sin ningún elemento por los cuales los policías lo llevaron ahí”.

-¿Cómo interpretas esto?

-Como un ataque más del gobierno de Remberto Estrada, de Roberto Borge y de Paul Carrillo hacia nuestra persona; como todos los ataques que ha habido, hay una consigna clara. La policía de Cancún es ineficiente, son una bola de torturadores, secuestradores, extorsionadores-, hacen de todo menos proteger a la ciudadanía, so los rimeros en lesionar al ciudadano.

-Cuando el licenciado Arzápalo reconoció que habían aprehendido a Raúl Fernández sin ninguna razón cuando le preguntamos los nombres de los gentes que lo había traído, el funcionario dijo que no los tenía, ¿eso es normal?

-No, para nada. Él es autoridad y debió de recabar esa información porque él es el encargado de eso. No pueden llevarle gente nada más porque sí, tiene que anotar quién es el que consignó, quién es el que puso a disposición, cuáles son los motivos.

-Entonces pareciera que es una actitud de protección a los policías

-Así es, las corporaciones policiacas, lo han manifestado en Cancún, se protegen a sí mismas, cuando ellos son los delincuentes.

Kumul informó que la Comisión emitirá una alerta en el estado de Quintana Roo por este asunto, además de que solicitarán una audiencia con el gobernador de Quintana Roo, Carlos Joaquín.
Raúl Fernández lamentó que esas situaciones continúen sucediendo en Quintana Roo, aun y con nuevas administraciones.

“Es lamentable lo que está pasando porque no tenemos derechos humanos En Quintana Roo no hay derechos humanos. Con este nuevo gobierno que acaba de empezar, estamos peor. Es lamentable que no se respete los derechos (…) Si yo, que represento derechos humanos, qué no le pasará a los ciudadanos”, consideró.

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