Acerca del acuerdo entre ETECSA y Google. Por Omar Pérez Salomón
Por Iroel Sánchez
El pasado 12 de diciembre la Empresa de Telecomunicaciones de Cuba, ETECSA, firmó con la empresa propietaria de la marca Google, cuyo principal producto es el motor de búsqueda del mismo nombre, un acuerdo de servicio donde no hay relación comercial y cada parte asume los costos generados por la implementación del mismo. El trato permitirá que los usuarios cubanos de Internet que utilizan los servicios de Google aprecien una mejora en la velocidad y calidad en el acceso a esos contenidos y productos de su interés, una optimización de las capacidades de la red internacional del país y del tráfico hacia el exterior. Es otro paso en el objetivo de hacer irreversible lo alcanzado en el proceso de normalización de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos.
Pero como es de suponer trae riesgos que hay que enfrentar en aras de lograr los propósitos citados anteriormente. Para nadie es un secreto que esta empresa estadounidense no hace nada gratis y que el acuerdo le permitirá recolectar con mayor precisión los metadatos y datos de sus usuarios cubanos: información con las opiniones, gustos, formas de pensar, patrones de comportamiento, es decir, un conocimiento valioso sobre nuestro comportamiento, idiosincrasia y cultura, y proveerlo a empresas con el objetivo de realizar análisis de mercado y publicidad comercial, así como a los Servicios Especiales y Agencias del gobierno de EE.UU para utilizarlos en acciones subversivas, como ya sucede con nuestro país y en otros con gobiernos progresistas, asunto que ha sido denunciado por personas como Edward Snowden, Julian Assange y Chelsea Manning.
Le he escuchado decir a varias personas que con este acuerdo sí vamos a lograr ampliar el acceso a Internet y ven a Google como la panacea que va resolver los problemas en el acercamiento a estas tecnologías. Nada más lejos de la realidad.
Necesitamos avanzar rápido en la informatización de la sociedad cubana, en la construcción de un país fuerte en Internet como base para lograr el crecimiento económico, el desarrollo, para generar cultura y conocimientos, acceder a la comunicación y al sano entretenimiento. Todo ello tiene como factores claves alcanzar una infraestructura de telecomunicaciones que permita un acceso amplio de las grandes mayorías, la generación de contenidos y el desarrollo de talentos, que además tributen a fortalecer nuestra soberanía tecnológica.
Para ello se necesita ejecutar grandes inversiones que precisan de millones de dólares y que necesariamente hay que buscarlos por la vía de incrementar la exportación de estos servicios, teniendo en cuenta que una parte de los ingresos de ETECSA se utilizan para satisfacer necesidades básicas de la población cubana.
Las limitaciones en el acceso a Internet en Cuba son económicas y tecnológicas. Lo que se ha hecho es insuficiente pero ha sido en medio de las multas millonarias del gobierno estadounidense a las compañías que nos venden tecnología y a los bancos que tramitan nuestras transacciones financieras, y ejerciendo una presión descomunal sobre las empresas del sector que son socias estratégicas de la operadora cubana.
En esa situación, ha primado el acceso colectivo a la red de redes y se trabaja por crear las condiciones técnicas para dar respuesta a la creciente demanda individual. Pienso que en este sentido es necesario avanzar con más agilidad; pero hay que hacerlo de manera que el servicio tenga calidad, sea sostenible, perdurable y seguro.