Autodefensas, la delgada frontera del narco y el gobierno

México y sus primero narcos.

 Durante muchos años, México ha sido tierra propicia para la producción y el tráfico de drogas ilegales en 1914 Estados Unidos aprobó leyes para controlar el uso del opio y otras drogas fue entonces cuando México prohibió el comercio de la marihuana y estableció controles sobre la importación y producción de opio

Lo que no contaban era que para ese entonces ya existían en el estado de Sinaloa, al noroeste del país, áreas de cultivo de amapola y laboratorios rústicos para procesar opio y heroína, así como redes de comercialización interna y de exportación a Estados Unidos, operadas por inmigrantes chinos.

Cuando Estados Unidos entró en la segunda guerra mundial se incrementó la demanda de opio para dotar a los soldados de morfina, gracias a lo cual la industria del opio, y de paso la de la marihuana, recibió un nuevo impulso. En poco tiempo, productores mexicanos de Sinaloa le arrebataron la producción local de opio a los chinos, convirtiendo a ese estado en líder del cultivo de amapola y marihuana.

Algunos estados del Pacífico sur de México, como Michoacán, Guerrero y Oaxaca, se convirtieron en productores de marihuana y amapola y en proveedores complementarios de la red de exportación manejada por los sinaloenses.

Contar con tres mil kilómetros de frontera con el primer consumidor de drogas en el mundo le daba a México una ventaja comparativa enorme, durante esta época no había tal violencia como la que vivimos ahora.

Fue hasta 1990  que el narcotráfico en México cambio los principales jefes comenzaron a ser arrestados y esto hizo que los Carteles comenzaran a dividirse para su protección y este fue el caso del Cartel de Sinaloa, pero no paso mucho tiempo cuando comenzaron los enfrentamientos entre estas mismas subdivisiones por el poder de territorios, además en el estado de Tamaulipas estaba surgiendo una nueva organización independiente que se convertiría en el cartel del Golfo y se agregaría a las batallas por la hegemonía del narcotráfico.

A partir de 2007 en el gobierno de Felipe Calderón los homicidios vinculados a la delincuencia organizada, crecieron exponencialmente: en 2007 se registraron 2.819 muertes; en 2008, 6.824; en 2009, 9.612; en 2010, 15.259, y en 2011, 16.9875 según el Sistema Nacional de Seguridad Pública.

Frente a la delincuencia organizada, las instituciones del estado lo único que han logrado es exhibir su debilidad y sus deformidades, fruto de carencias estructurales y decisiones políticas equivocadas o corrompidas.

 Estados con presencia de Narco

La Procuraduría General de la República reveló que al día de hoy  en el país hay 36 células criminales que pertenecen a nueve cárteles del narco que han extendido sus operaciones a 18 de las 32 entidades del país, esta es una cifra alarmante porque se trata de mas de la mitad de la República Mexicana.

Las entidades que resienten la presencia de las células criminales son: Chihuahua, Sinaloa, Durango, Baja California, Baja California Sur, Sonora, Morelos, Guerrero, Edomex, Aguascalientes, Tamaulipas, Quintana Roo, Michoacán, Jalisco, Colima, Guanajuato, Nayarit y Veracruz.

Los grupos criminales según investigaciones de la PGR están distribuidos de la siguiente manera:

El cártel de Sinaloa con presencia en Chihuahua, Sinaloa, Durango Coahuila, Baja California, Baja California Sur y Sonora. Las células son: Gente Nueva, Los Cabrera, cártel del Poniente, El Aquiles, El Tigre, Del 28, Los Artistas Asesinos, Los Mexicles, Los Salazar y Los Memos.

El cártel de de los Arellano Félix solo tiene presencia en Baja California, luego de que por años dominó el narco. Sus brazos armados se autodenominan: El Chan, El Jorquera y El Quieto.

La Familia michoacana, fundada por Nazario Moreno El Chayo y Jesús El Chango Méndez, tiene presencia en Morelos, Guerrero y Edomex. Sus grupos de sicarios se hacen llamar La Nueva Empresa, identificados como desertores, y La Empresa.

El cártel de Juárez o de los Carrillo Fuentes tiene dominio en Chihuahua por medio de la pandilla Los Aztecas y el grupo armado La Línea.

Los Beltrán Leyva predominan en zonas de Sinaloa, Sonora, Baja California Sur, Guerrero, Morelos y Aguascalientes. Sus brazos son Los Mazatlecos, El 2 mil, Los Granados, Los Rojos, La Oficina, Los Ardillos y el cártel de Independiente de Acapulco, aunque muchos de estos se “independizaron”.

Los Zetas tienen dominio en Tamaulipas, a través de su Grupo Operativo Los Zetas, Grupo Operativo Zetas y Fuerzas Especiales Zetas.

El cártel del Golfo, disputa el control de Tamaulipas y Quintana Roo. Los grupos bajo su mando son Los Metros, Rojos, Grupo Dragones, Los Fresitas, Ciclones, Los Pelones y Talibanes.

Los Templarios todavía operan en Michoacán, por medio de la célula de Los Tena, que encabeza Fernando Cruz Mendoza, El Tena, y la célula de Homero González Rodríguez, El Gallito.

Finalmente, el cártel Jalisco Nueva Generación abarca Jalisco, Colima, Michoacán, Guanajuato, Nayarit, Guerrero, Morelos y Veracruz.

La tristeza es ver como un país que tiene tantas riquezas naturales repartidas en su territorio se ha convertido en uno de los países con el índice mas alto de muertes siendo un país que no esta en conflictos bélicos.

Michoacán: Oasis de narcotraficantes

Tierra Caliente y la Sierra Madre del Sur, son las principales regiones que ofrecen un buen clima, extensas serranías mal comunicadas y escasa presencia del estado para el cultivo de marihuana y así ser una una opción económica más atractiva que los cultivos tradicionales de subsistencia.

Durante cuatro décadas estas actividades se desenvolvieron con tranquilidad; eran ilegales y recibían operativos periódicos de erradicación de plantíos y detención de productores por parte del ejército y la policía; pero a la vez eran toleradas por las autoridades.

La protección discreta por parte de autoridades locales y federales mediante sobornos y la aceptación de los habitantes locales fue el statu quo de paz en la ilegalidad que gozó el narcotráfico en México por varios años.

El largo litoral de Michoacán en el océano Pacífico (230 kilómetros) y el puerto de Lázaro Cárdenas transformaron a esta región en una ruta estratégica para el trasiego de drogas y en 1980 México abre las rutas tanto aéreas como marítimas para el paso de cocaína.

Michoacán se convirtió para el 2001 una de las zonas más importantes de  producción de metanfetaminas, con cientos de laboratorios diseminados por toda la entidad, anteriormente liderado  por los hermanos Valencia y sin tanta violencia; Los Zetas, deciden lanzarse para estas fechas a conquistar la plaza de Michoacán.

Los Zetas no solo se apoderaron del tráfico de drogas en Michoacán: también inventaron un nuevo “modelo de operación criminal”, el cual consistía en controlar tanto los negocios ilícitos como a la población, pidiendo cuotas obligatorias, secuestrando, extorsionando y amenazando a toda persona que no quisiera cooperar.

De aquí en adelante, el  narcotráfico estaría asociado a tiroteos, amenazas, pago forzado de cuotas, secuestros y, casos de personas ejecutadas que nada tenían que ver con la delincuencia.

En 2006, cansados de tanta violencia y abusos por parte de los lideres de Los Zetas, salió una nueva organización, la Familia Michoacana, conformada por ex aliados y discípulos de los Zetas, la Familia anunciaría como propósito central liberar a Michoacán de los Zetas.

Su primera aparición pública fue en Uruapan en septiembre de 2006, lanzaron cinco cabezas humanas en la pista de baile de una discoteca, con una cartulina diciendo: “La Familia no mata por paga. No mata mujeres, no mata inocentes, sólo muere quien debe morir, sépanlo toda la gente. Esto es justicia divina”

Entre 2006 y 2007 se desató una nueva guerra La Familia contra los Zetas, el primer año causaron más de quinientos muertos, la intervención de las fuerzas federales, ordenada por presidente Felipe Calderón en diciembre de 2006, obligó a los sicarios a replegarse y los homicidios disminuyeron, a principios de 2008 las células del cartel Golfo-Zetas estaban desfragmentados y expulsadas, La Familia se había quedado con el monopolio de las drogas en Michoacán.

Como lo aprendido no se olvida La Familia comenzó nuevamente a seguir el patrón de Los Zetas del que tanto se quejaban y empezaron a cobrar uso de piso a agricultores ricos; después extendieron la red de extorsiones a toda clase de personas susceptibles de extraerles recursos: comerciantes establecidos, transportistas, pequeños agricultores, vendedores ambulantes, etcétera; ni las autoridades municipales quedaron a salvo, porque muchos policías fueron sobornados, amenazados y puestos al servicio de la mafia, y los propios alcaldes se vieron obligados a pagar cuotas a la Familia.

Su líder máximo, Nazario Moreno González, el Chayo, apodado también el Más Loco, combinaba sus decisiones y actos criminales con una doctrina seudocristiana de liberación espiritual, superación personal y servicio a los demás. La Tuta, un profesor rural formado en las filas del radicalismo de izquierda del sindicato magisterial, fungía como vocero y propagandista de la Familia, con una retórica antigubernamental, populista y justiciera que también contribuyó a atraer simpatías.

No obstante su retórica moral y religiosa, la violencia era un recurso indispensable del modo de operación de la Familia, como lo es de cualquier grupo dedicado a negocios ilegales.

En 2009 comenzaron las fuerzas federales a detener cabezas principales de La Familia, en respuesta atacaban a la policía, bloqueaban caminos, incendiaban estaciones de gasolina, en diciembre de 2010, las fuerzas federales conjuntas intentaron detener al Chayo jefe de La Familia, en una serranía del municipio de Apatzingán, y se produjo un enfrentamiento con mas de una docena de muertos.

Fue hasta el 8 de marzo de 2014 que el gobierno federal anunció oficialmente que fuerzas de la Armada habían dado con el capo y al tratar de arrestarlo lo abatieron. Esta vez sí contaron con el cadáver, al que le hicieron todas las pruebas de identidad.

En marzo de 2011 anunciaron el surgimiento de una nueva organización denominada los Caballeros Templarios, enemiga de lo que quedaba de La Familia y claro no podían quedarse atrás, siguieron con las actividades de extorsión y sobornos que antes realizaba la Familia y Los Zetas.

En poco tiempo, los Caballeros Templarios recuperaron el monopolio del tráfico de drogas y las extorsiones; además, ampliaron sus negocios a la exportación ilegal a China de mineral de hierro, del que despojaban a pequeñas minas, y al contrabando de efedrinas y toda clase de mercancías ilícitas, gracias al control que ejercían sobre el puerto de Lázaro Cárdenas.

Los Templarios lograron extenderse por todo Michoacán, desde Tierra Caliente a la costa, del oriente al Bajío, de la meseta Purépecha hasta la capital del estado, esto no hubiera sido posible sin la aprobación del gobierno local y federal.

El narcogobierno

La presencia del narcotráfico y la delincuencia organizada en Michoacán data de muchos años, pero la etapa más intensa de su empoderamiento ocurrió durante los tres últimos gobiernos estatales.

Entre el gobierno de Godoy y el del presidente Calderón hubo muchas tensiones y conflictos, el más grave de los cuales ocurrió cuando las fuerzas federales detuvieron a treinta funcionarios municipales y estatales, de partidos diversos, por presuntos vínculos con la delincuencia.

El gobernador Godoy protestó por lo que consideraba un atropello a la soberanía del estado de Michoacán, abundaban indicios de una probable colusión del gobierno con La Familia.

Se descubrió que un medio-hermano del gobernador Godoy, elegido diputado federal del PRD, había sido patrocinado por La Familia y tenía un puesto de mando en esa organización, a pesar de estos indicios de vinculación del gobernador Godoy La Familia, el gobierno federal sigue sin actuar legalmente contra él.

Para muchos presidentes y funcionarios municipales, someterse a las exigencias de la mafia parece ser  la única vía de supervivencia, el crimen organizado ha puesto las normas, aunque hay distintas formas de vinculación: la más común es la sumisión pasiva a la extorsión, que se limita al pago de cuotas bajo amenaza; otra es la sumisión activa, mediante el nombramiento de personas ligadas a la delincuencia en puestos clave del gobierno municipal, como la policía y la dirección de obras públicas; y una más es la complicidad deliberada, cuando la autoridad protege a los criminales y participa en negocios ilícitos con ellos.

Puede decirse que la mayoría o todos los gobiernos municipales de Michoacán han estado sometidos o vinculados de alguna forma a los Templarios.

En abril de 2014 el alcalde de Apatzingán, el municipio que por varios años fungió como la capital del imperio de la Familia y los Templarios, fue arrestado por la Procuraduría General de la República bajo la acusación de exigir a los regidores una parte de su sueldo para los Templarios, además de forzarlos a firmar la autorización de jugosos contratos para beneficiar a esa organización delictiva.

Como víctimas o cómplices, los gobiernos municipales han contribuido a la implantación de la inmensa red delictiva que exprime a la sociedad michoacana y distorsiona las actividades económicas.

El gobernador Vallejo negaba afanosamente la inseguridad que asolaba a la población, así como la infiltración de la delincuencia en los cuerpos de seguridad estatales y en los gobiernos municipales, en agosto de 2012 declaró que Michoacán era “un oasis de paz y tranquilidad”. Tal vez se refería a la Paz Templaria.

Jesús Reyna, quien fungió como gobernador interino durante solo seis meses en 2013 en sustitución de Vallejo por enfermedad y en abril un grupo de productores de limón acudió al poblado de Cuatro Caminos donde se encontraba Reyna, para pedirle protección de la policía contra la extorsión de la que eran víctimas por parte de los Templarios, en su camino de regreso, fueron ametrallados por haber ido a buscar protección, causando ocho muertes. La investigación penal, si acaso la hubo, no dio ningún resultado.

Justo un año después en abril de 2014 Jesús Reyna fue aprehendido por la Procuraduría General de la República por presuntos vínculos con los Templarios, este punto a favor para el gobierno dio tiempo para que tanto la población como los carteles tuvieran tiempo para organizarse.

Autodefensas: límite de la supervivencia.

El surgimiento de las autodefensas fue la reacción de la población cuando llegaron al límite de la supervivencia cansados de las extorsiones, de los abusos por parte de los Carteles y la nula participación del gobierno en la protección y detención de todas las crueldades y devastaciones que atravesaba Michoacán, así comenzaron a justificar el uso de armas en defensa propia.

En febrero de 2013, los municipios de Tepalcatepec y Buenavista, fueron testigos del levantamiento civil armado que se hacían llamar Grupos de Autodefensas, decididos a enfrentarse a los Caballeros Templarios.

A finales de 2013 ocupaban ya diecisiete municipios y en otros siete tenían una presencia periférica y en enero de 2014 ocupaban veintiséis y siguieron avanzando.

Aunque los grupos de civiles armados despertaron desconfianza y la sospecha de que eran instrumento de otra organización delincuencial que disputaba el dominio de Michoacán a los Templarios, hay muchos elementos objetivos como José Luis Lara para afirmar que la causa de los comunitarios es, auténticamente, la defensa propia de la vida, la integridad y la propiedad y el combate a la delincuencia.

El carácter irregular de estos grupos y la laxitud del reclutamiento los exponen a toda clase de infiltración e indisciplina. De hecho, las rivalidades entre ellos mismos comenzaron a aflorar.

Como en todo había se juntaron los que querían el bien, proteger a sus familias, poder vivir tranquilos y los que querían vencer a los Templarios a costa de lo que fuera.

Cuando las víctimas, cansadas de los abusos, decidieron a actuar, descubrieron que eran muchos más que sus verdugos y que podían enfrentarlos.

En el propósito de acabar con los Caballeros Templarios el gobierno de Peña Nieto opto por colaborar con los grupos de autodefensa, a pesar de su carácter ilegal. El gobierno desistió en desarmar por la fuerza a las guardias, porque ello causaría costos políticos y humanos inaceptables. El gobierno federal está convencido de que en esos grupos predominan las intenciones auténticas de combatir a la delincuencia organizada; además, los considera útiles para amedrentar a los Templarios y ayudar a localizarlos.

Se empezaron a formar autodefensas con pistoleros de la Familia Michoacana, ex punteros templarios que habían decidido abandonar a sus jefes esperando poder cobrar alguna venganza o simplemente por las nuevas oportunidades de negocio que el movimiento Autodefensas ofrecía

En cada pueblo que los Autodefensas llegaban, tomaban el control del Narcomenudeo, la piratería y decomizaban propiedades, huertas y parcelas para beneficio personal de sus líderes del movimiento, de esos ingresos se le reportaba a Mireles quien desde su pacto con el capo narcotraficante templario Miguel Ángel Gallegos Godoy “Migueladas” tenía fama de que se había convertido en un convenienciero.

José Luis Lara es un michoacano que ha vivido la experiencia entre falsos mesías, políticos engañabobos, narcos justicieros y superhéroes inflados, de los cuales puede comprobar con 10 años de su participación intentando hacer lucha social, participando y siendo vocero en 2008 -2012 de un movimiento social llamado “Esperanza Marchita”, algo parecido a lo que ahora es, Coyote Consentido y otros tantos  ciberactivistas, que presumen como idea propia y original “Golpe de Estado Popular”.

Una mezcla de fabulas disfrazada con tintes de verdad, más las acciones de los templarios en los últimos meses reclutando personas a la fuerza y matando familias de los que se sospechaba apoyaban a los autodefensas, generaron la simpatía de los espectadores que desde los televisores veían la saga de un valiente doctor peleando junto a campesinos con escopetas contra sanguinarios criminales artillados del más sofisticado armamento, Mireles se volvió un héroe, se veían identificados en sus acciones los millones de mexicanos abandonados a su suerte por la indolencia del gobierno ante lo cual, casi todos los que lo veían se solidarizaban con el esfuerzo, todos querían ser Autodefensas.

Lara es un autodefensa que ha estado siempre al servicio de la sociedad y lo único que buscar es limpiar a México de la corrupción, Mireles contacto a José Luis Lara le  pidió que se moviera para Michoacán pues necesitaban gente como el, decía Mireles pensando que Lara llevaría recursos para apoyar, solo llevaba experiencia y mucho corazón, como muchos, también estaba dispuesto a dar la vida por hacer de Michoacán un lugar mejor, pero no fue así, detrás de los líderes visibles había jefes de carteles y políticos de alto nivel enviados inclusive desde Presidencia de la República para asegurarse que no fueran molestados todos ¨los puerquitos¨ alcaldes, senadores, diputados y  gobernadores que estaban coludidos con el cartel de los caballeros templarios, y así ocurrió, hoy en día los narco políticos que permitieron el poder de Nazario Moreno y sus carteles Familia Michoacana y Templarios están todos en libertad, el ex gobernador Fausto Vallejo salió impoluto y el cartel que ahora manda son los mismos que patrocinaban la avanzada autodefensa, Cartel de Jalisco Nueva Generación y Nueva Familia Michoacana.

Mireles recibió mucho dinero de gente involucrada con negocios ilícitos en Michoacán, durante los últimos meses previos a su captura mientras José Luis y las demás autodefensas se batian a balazos en la sierra Michoacana cazando a “El Pantera”, “Tukan”, “La Tuta”, “Kike Plancarte” y Nazario Moreno ¨Chayo¨, Mireles desde la comodidad de los mejores hoteles en los pueblos o instalado en lujosas propiedades decomisadas al narco daba entrevistas presumiendo como suyos logros.

José Manuel Mireles, en mayo 2014 había acumulado una serie de “errores” por los cuales los jefes del movimiento ya no encontraban cómo deshacerse de él, mientras hacia público que había narcotraficantes dentro del movimiento y que estaban perdonando criminales.

Omitió mencionar a Miguel Ángel Gallegos ¨Migueladas¨ a quien inclusive excluyó de la lista de las cabezas principales del crimen organizado en la entidad, esa línea para Mireles no existia y sigue sin existir, de esa línea vienen los criminales conocidos como “El Cenizo”, “Chanda”, “Cukin”, “Cemei”, “500”, “El Gavilan”, “El americano”,“Paco Rangel”, “El Metro” entre otros que forman parte de la organización criminal que José Manuel Mireles, nunca mencionó

La sentencia no solo pesa sobre Lara, también sobre su familia, está amenazada de muerte por los narcos y políticos a los que como Autodefensa ha encarcelado y que ahora están libres y de nuevo en el gobierno.

La cabeza de este Autodefensa tiene precio, además de órdenes de aprehensión que le imposibilitan volver a la tierra donde nació y por la que peleo un día soñando vivir sin injusticias, su grupo Autodefensa fue desarticulado por el cartel que el gobierno abandero y los cuales a conveniencia Mireles nunca menciona, su Comandante Arcenio Hinojoza fue desaparecido junto con su escolta Gabriel Sánchez  el 13 de julio del 2015, al año siguiente un 7 de junio del 2016 levantaron a la esposa de su escolta, una ama de casa de nombre Brenda Rodríguez que dejó huérfana  a dos niñas 4 y 6 años, y así fueron asesinando a varios comandantes que no estaban de acuerdo con el cartel del gobierno, Comandantes que si pelearon contra los jefes templarios y que su error fue encarcelar a los alcaldes y funcionarios que estaban coludidos con el narco incluido el hijo del Gobernador Priista Fausto Vallejo a quien los videos con el capo Templario la Tuta no fueron evidencia para fincar su complicidad y también quedó en libertad por 5 mil pesos de fianza.

Esto es ser Autodefensa en México, solo puede contar que luchó, contar la experiencia y hacer públicas las denuncias por qué los peores criminales están dentro de los edificios públicos y se sirven de falsos personajes a los cuales respaldan, la delincuencia siempre puede evolucionar y digamos que en el presente estamos secuestrados por el “Crimen Organizado Institucional”.

José Luis Lara, autor del libro Un Cartel de Autodefensa escribe ¨Yo sí soy Autodefensa y no creo que estos empresarios del señor Carlos Mimenza merezcan ser reconocidos con una palabra que para las víctimas significa más que las 11 letras, un grupo de empresarios resentidos con el gobierno en turno buscando inconformar a la sociedad ante algo que urge acción civil, pero con el objetivo de volver a ser incluidos en el nido de ratas o crear su propio nido donde puedan a placer comerse solos su pastel,.¿ y el pueblo?,  Bien gracias por participar y siga intentando.¨

Carlos Mimenza anunció la “autodefensa”  en Quintana Roo, José Luis hace hincapié en que la gente de Quintana Roo ponga atención al termino, que no crean solo por el nombre de autodefensas, son todo lo contrario, son parte del gobierno y del narcotráfico sin ningún objetivo de beneficiar a la sociedad, la palabra autodefensa para Luis es sagrada, porque a le ha costado trabajo poner en alto las autodefensas y saberse limpios de narcotráfico.

El haber pertenecido a las Autodefensas de Michoacán dice Lara ¨me dio experiencias de las cuales puedo decir que solo los que estuvimos ahí, podemos contar lo que ocurrió, ¡Yo si soy Autodefensa! De los que sufrimos muertos y lloramos la persecución, de los que vimos morir compañeros para que la palabra “Autodefensas” se escuchara por toda la nación y más allá, por eso es un insulto que aparezca cualquier payaso ilusionista ¨Mimenza ¨ valiéndose de lo que a nosotros tanto nos costo.

Conoce a tu diputado 

Dip. Jesús Alberto Zetina Tejero

Considero que el pueblo está necesitado de héroes que los rescaten del sistema tirano y sus brazos criminales representados por carteles multiregion, pero creo que lo que necesitan es más que un Superman con internet regalando bondadoso iPhone 7 cuando el pueblo que clama auxilio, no alcanza ni a poner recargas de $50.00.

Hacen de la palabra “Autodefensas”, un circo mediático con alguna “oscura intención”, el “comprar” un llamado de Mireles para motivar la participación social, solo deja en evidencia la urgencia que tienen en ese movimiento de Quintana Roo por llamar la atención, sus antecedentes empresariales hermanado del PRI y sus demandas sin fundamento pataleando como si se estuviera ahogando, hacen pensar que, mas que una lucha por el pueblo, lo que busca es una revancha contra quién le quitó el pastel.

Pero en eso no tiene nada que ver el pueblo, y tampoco la palabra “Autodefensa”, que usan convenientemente para ganar popularidad, quien escucha la palabra se imagina a los grupos armados irrumpiendo en Quintana Roo para acabar con los malos, como lo hacía hace meses yaudiel “el coyote” con la palabra Golpe de Estado Popular, estos personajes solo representan sus propios intereses, quien los siga que lo haga bajo su propio riesgo o conveniencia, por qué no existen héroes del pueblo, si el doctor Mireles no lo era, menos estos ciberevolucinarios, que no tienen ni idea, quiénes somos Los Autodefensas.

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