En ocho crónicas, Emiliano Ruiz Parra retrata a las víctimas de la alternancia mexicana. A través de reportajes narrativos, se desmenuza la caída del país en la espiral de violencia. Ruiz Parra construye sus textos a partir de la visión de sus protagonistas, y descubre una reserva moral de coraje y resistencia que permite sobrevivir a la barbarie.
Con “Dos costosos desaparecidos” se inaugura el regreso de la Guerra Sucia en México. Ruiz Parra retrata las vidas y la captura de los dos militantes del Ejército Popular Revolucionario (EPR) en Oaxaca, mayo de 2007. En “El naufragio de las mandarinas”, el autor hace un estremecedor relato del derrame de petróleo y gas que llevó a la muerte de 20 trabajadores petroleros y dos improvisados rescatistas.
En “Dulcinea sale de la cárcel”, la mirada del autor se detiene en el reclusorio de Querétaro y describe los esfuerzos de un grupo de reclusos por readaptarse a través del teatro. En ese texto, como en “¿Dónde está mi hijo?” las personajes principales son mujeres. Éste último sigue los pasos de madres centroamericanas en busca de sus hijos desaparecidos en México.
En “El carbón y la entraña”, Ruiz Parra se asoma a los pocitos de carbón de la Región Carbonífera de Coahuila, y descubre a sus héroes o mejor, heroínas: una religiosa jesuita y los padres y madres de los obreros sepultados en Pasta de Conchos, además de la colusión de Los Zetas en la minería ilegal.
En “La construcción de Golondrinas” el autor se sumerge en un barrio irregular de Ecatepec. A través de los testimonios de sus protagonistas, se relata la épica de la precariedad, que implica construir un patrimonio entre la bruma del clientelismo político.
El libro finaliza con dos retratos de la narcopolítica contemporánea. “En la boca del lobo” cuenta la vida y la muerte de Gregorio Jiménez de la Cruz, el décimo periodista asesinado en Veracruz, que pagó el precio de indagar en la industria del secuestro. Por último, con “El Poeta vuelve del infierno” se describe un Pueblo del país cuyos poderes formales e informales están capturados por el crimen organizado. Una de sus víctimas regresa de 38 días de plagio para contarlo.
La premisa del libro reside en reconstruir la historia a través de historias. Contar para entender. Su apuesta es el periodismo largo que permita rearmar el rompecabezas y apuntar hacia las salidas del abismo.