El famoso pacto por México que le facilitó el apoyo del PRD al gobierno federal para aprobar una miscelánea fiscal mal llamada «reforma» que sustentaba los principios de la izquierda por que el impuesto al refresco era una bandera progresista y sirvió para legitimizar la división del PRD en el Congreso, que finalmente devino en el aumento del IVA en regiones fronterizas y eliminación de deducciones al ISR.
Pues ahora, con la mano en la cintura el Gobierno de Peña Nieto ha decido a través de sus Diputados «levanta-dedos» eliminar las banderitas progresistas emanadas del Pacto por México y quitar el impuesto que buscaba disminuir el consumo de un producto que es en parte responsable de los altos índices de obesidad y diabetes que existen en México.
Sin embargo, un impuesto al refresco no es la panacea para terminar con estos graves problemas de salud en México, pero si era un avance para mitigar el consumo de estos productos nocivos para la salud de los mexicanos y que lo necesario es implementar una estrategia integral para mejorar el estado de salud de miles de mexicanos sedentarios.
Finalmente esperamos que esto deje en evidencia a la actual dirigencia del PRD que actualmente ostenta la presidencia de la cámara baja en la persona de Jesus Zmabrano, para dejar en claro su línea peñista y que la dirigencia nacional de este órgano político no puede llamarse oposición y mucho menos de izquierda.
Texto:@ErichWerner