En la capital de el Perú, existe un muro que de 10 kilómetros que divide a Lima en dos partes. Conocido por muchos ciudadanos peruanos como «el muro de la vergüenza» y por otro lado, existen ciudadanos que se argumentan a favor del muro señalando que es para contrarrestar la inseguridad.
El muro divide el cerro San Francisco ubicado en el distrito de Surco, de un lado se encuentra el exclusivo desarrollo llamado Las Casuarinas, donde las casas pueden alcanzar un valor de hasta $5 millones de dólares y de otro lado se encuentran asentamientos irregulares de personas que llegaron a poblar de forma espontánea y no tienen acceso a servicios básicos como luz eléctrica y agua.
En la capital limeaña se considera que más de la mitad de las urbanizaciones tienen su origen en invasiones y tráfico de terrenos, según el urbanista Pablo Vega Centeno con información publicada en BBC. Donde señalan que estas prácticas se convirtieron casi en una política de Estado y duran hasta ahora.
Sin embargo, la construcción del muro se ha mantenido y hace tres años, se edificó el último tramo del muro, ante el surgimiento de otra invasión: el pueblo joven Vista Hermosa.
El urbanista Pablo Centeno en entrevista para la BBC, señaló que la construcción de muros como este ocurre por la necesidad de marcar diferencias sociales con elementos físicos. «Es miedo a la cercanía social. Por afirmar mucho la seguridad interna seguimos una lógica de miedo al exterior, de exclusión en casi toda Latinoamérica».
En el Perú se ha vivido una acelerada agenda neoliberal desde las administraciones de Alan García y continuadas por Ollanta Humala que han sumergido al país en un caso similar al mexicano, donde las desigualdades sociales son muy marcadas y la brecha entre ricos y pobres es inmensa.
Sin embargo en cifras macro-económicas, el Perú se encuentra estable y en crecimiento en mucha medida se debe a la polémica industria de la minería, que tiene un impacto negativo sobre los ecosistemas y a un pujante turismo que lo posiciona como los destinos favoritos de América Latina.
Texto:@ErichWerner