La mente es un como el sol siempre activo cual llamas con los pensamientos .Pedro canche
Por Haide Serrano
11/11/2015
¿Cuántas decisiones distintas crees que pudiste haber tomado en tu vida? Ese sí que debió ser no. Esa estancia que debió ser huida. Esa llamada que debió ser silencio. Esa parsimonia que debió ser acción.
Una de las definiciones más difundidas acerca de la meditación es la que se refiere al “acto de dejar de pensar”. Y, posiblemente, esta sea una de las razones por las cuales la meditación no es una práctica popular ni cotidiana. ¿Es posible dejar de pensar? A ver, inténtalo por… 30 segundos. No es fácil, ¿verdad? Así, bajo esta premisa, es casi seguro desistir en los primeros intentos.
Está en la naturaleza de la mente pensar como en la del fuego quemar”.
La meditación ha probado resultados estupendos, como aumentar la autoestima, frenar el estrés, mejorar la memoria, recuperar la paz interior… Pero, si se obtienen tantos beneficios, ¿por qué no es un deporte nacional? No hay una sola respuesta, posiblemente porque puede tomar toda la vida comprender la esencia de esta práctica milenaria. O porque, usualmente, queremos resultados inmediatos; y éste no es el caso.
La naturaleza de la mente es el pensamiento constante, o bien el parloteo, el caos de pensamientos, el desorden. Pensamientos que se acompañan por emociones y sensaciones. En la esclavitud de la mente dominan las obsesiones, los prejuicios e imágenes ingobernables.
La mente está plagada de patrones, condicionamientos, miedos, recuerdos y cosas que aún no han sucedido. ¿Qué tanto de lo que la puebla es útil? ¿Qué tanto es real? ¿Podrías estar seguro de que lo que piensas verdaderamente existe?
Byron Katie define en su libro “El Trabajo” de forma muy clara la naturaleza de la mente; y propone un método a través de cuatro preguntas para identificar y cuestionar nuestros pensamientos: ¿son reales, tienes la certeza, qué emoción los acompaña y qué serías sin ese pensamiento?
Así, la meditación parte del supuesto de que es necesario refrenar la memoria negativa, encauzar positivamente la imaginación y crear una mente nueva, que emergerá bajo la luz de la consciencia y la atención, según Ramiro A. Calle, en su obra “El Gran libro de la meditación”.
Entonces, ¿podemos pensar mejor? Sí, porque los primeros resultados de la práctica son el autoconocimiento de la mente. Esto puede derivar en su reorganización, saneamiento, aquietamiento y control.
En la meditación, hay diversos objetivos y resultados; por ejemplo, alcanzar la plenitud, la felicidad, etc.; pero para los humildes mortales como yo, esa es puede ser una meta muy lejana. Qué tal un paso a la vez. Meditar para pensar mejor y tomar mejores decisiones.
Buda dijo: “Nada es menos provechoso que una mente mal gobernada y no desarrollada”.
¿Quieres comenzar? Te recomiendo “El Gran libro de la meditación” de Ramiro A. Calle, que te será de utilidad aun si ya eres un meditador, pues explica diversas corrientes de meditación desde la taoísta, zen, budista, yoguica, hasta la budista tibetana. Además de abarcar los conceptos básicos, mantras, yoga y las santas moradas de Buda, entre muchos otros.
Este mes, Deepak Chopra y Cala ofrecerán el Reto de Meditación de 21 Días de forma gratuita a través de su página en internet. En este caso, el propósito es: “descubrir el amor que siempre has deseado (que ya existe en tu interior), ampliar tu capacidad para dar y recibir amor y seguir la profunda sabiduría de tu corazón”.
Objetivos nada pequeños si ya meditas o quieres emprender este viaje de desarrollo personal.
Publicado originalmente en Excélsior
@HaideSerrano
@EspirituPracti1