El PRI Nacional le ha enviado un contundente mensaje a Roberto Borge al publicar un posicionamiento a través de su secretaria general, Carolina Monroy (prima de EPN) donde señala la negativa del instituto político dirigido por Manlio Fabio Beltrones hacia la ley «anti-bronco» aprobada en el Congreso de Quintana Roo.
La secretaria del CEN priista fue tajante al señalar que la Ley Electoral (anti-bronco) no representa la ideología política de su partido. Monroy argumentó en breve comunicado que el PRI no apoyará dicha ley borgista que buscaba bloquear a sus adversarios políticos, sin embargo la línea priista suavizo ante los medios de comunicación el regaño al inexperto Borge, al argumentar únicamente cuestiones de igualdad de género.
Esto se lee como un mensaje de Beltrones quien respaldado por Peña Nieto a través de Carolina Monroy, miembro del grupo Atlacomulco le han enviado un mensaje político muy claro a Borge sobre la sucesión de la gobernatura.
Se dice por ahí, que Carlos Joaquín ya asignó coordinadores de campaña y ya analiza diversas estrategias para contender por la gobernatura y podría ser que el «estate quieto» firmado por el CEN del PRI lleve dedicatoria de la familia Coldwell.
Por otro lado, el «felixista» Mauricio Góngora mantiene una campaña mediática permanente en medios locales que fungen un papel propagandístico del régimen político del Estado de Quintana Roo (por no decir chayoteros) que Borge no ha podido acotar a pesar de haberlos subsidiado toda su administración.
Es decir, en el aspecto local (Quintana Roo), el gabinete de corte «felixista» presente en la actual administración de Roberto Borge, está operando para posicionar a Mauricio Góngora y al parecer dicha estrategia ya esta superando al duo Borge-Chanito, quienes se están quedando cortos, al querer replicar la estrategia que el mismo Felix le enseñaría a Borge a través de la diputación federal para conducirlo a la gobernatura, por lo que Noticaribe ha denominado el fenómeno político como la «segunda sucesión» de Felix González Canto.
Ahora falta esperar al respuesta de Borge ante este duro revés hacia su delfín, quien al parecer le ha quedado grande la Cámara baja del Congreso de la Unión.
