PCN/29/Dic/2915.- El ejercicio del periodismo se ha convertido en un trabajo de alto riesgo en todo el mundo y el caso de Latinoamérica es especialmente grave donde durante el año 2015 fueron ultimados cerca de 40 periodistas. El país que registró el mayor índice de crímenes fue México, con ocho víctimas, según el Balance de Periodistas Asesinados en el Mundo, de Reporteros sin Fronteras (RSF).
De acuerdo con la publicación, tres de esos ocho decesos sucedieron en el ejercicio de la labor periodísticamente as que los otros 5 casos aún se desconocen las razones de sus asesinatos.
En cuanto a los estados más peligrosos, RSF mencionó a Veracruz y Oaxaca, ya que allí se enquistaron las mafias que apuntan contra los reporteros, al igual que algunos políticos locales disgustados por las denuncias de corrupción. Sin embargo, parece que en el país ya no tiene sitios seguros. El crimen de Rubén Espinosa, cometido el 31 de julio pasado en la capital del país, «demostró que hoy en día no existe ningún refugio para los periodistas amenazados».
La situación en América Latina es aún más grave si se tienen en cuenta las estadísticas de la Comisión Investigadora de Atentados a Periodistas de la Federación Latinoamericana de Periodistas (Ciap-Felap), que sostiene que en México fueron 14 los trabajadores de prensa ultimados durante este año. En segundo lugar está Honduras, con 10 muertes.