Carlos Joaquín va a ser candidato a Gobernador en Quintana Roo por otro partido o de forma independiente si el PRI no lo favorece. Está decidido y cuenta con el apoyo de varios funcionarios de primer nivel del gobierno federal, incluyendo el de su medio hermano y actual Secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell, y su ex jefe el Secretario de Turismo, Enrique de la Madrid. Dos grandes bendiciones que tienen pase directo en Los Pinos.
Joaquín recientemente renunció a la Subsecretaría de Turismo para buscar la candidatura de su partido, el PRI. Sin embargo, no es el candidato oficial del Gobernador Roberto Borge, quien de hecho cada que puede en su discurso, sin nombrarlo le dedica unas palabras de afrenta. Diversas notas publicadas en redes sociales y medios locales también dan cuenta de la amenaza que mantiene el gobierno estatal en contra de empresarios, líderes sociales, medios de comunicación, entre otros, por desplegar cualquier tipo de apoyo hacia el ex Presidente del Municipio de Solidaridad.
La historia reciente de la política mexicana nos ha llenado de ejemplos de rupturas internas dentro del PRI, donde se han visto beneficiados los partidos de oposición o independientes para ganar espacios desde alcaldías hasta gubernaturas. Ahí están los casos de Oaxaca con Gabino Cué, Sinaloa con Mario López, de Guerrero con Ángel Aguirre, y más recientemente el de Nuevo León con Jaime Rodríguez “El Bronco”.
De hecho, el propio Presidente Enrique Peña Nieto eligió a Eruviel Ávila como su sucesor, de quien mucho se ha escrito que no era su candidato favorito, sino Alfredo del Mazo, a fin de evitar una ruptura interna y que Ávila fuera postulado por la oposición y poner en riesgo el triunfo del PRI en el Estado de México.
Hoy la historia de muchos estados perdidos para el PRI podría repetirse en Quintana Roo con el caso de Carlos Joaquín, a quienes muchos de la clase política local minimizan.
Borge tienes dos favoritos para la candidatura del PRI en Quintana Roo. El principal es el diputado federal José Luis Toledo Medina alias “Chanito” y en segundo lugar a Mauricio Góngora Escalante. Un tercero en discordia se disputa la cercanía con el gobernador, pero más con el Presidente actual del PRI, Manlio Fabio Beltrones, Raymundo King de la Rosa.
Recientemente la celebración del cumpleaños del gobernador Borge, a quien algunos columnistas de medios nacionales criticaron por el enorme despliegue de recursos y movilización de gente, contrastó con el intento de boicot que pretendieron hacerle a Carlos Joaquín en la celebración de su cumpleaños en Isla Mujeres, donde el líder del sindicato de taxistas “Lic. Gustavo Diaz Ordaz”, Eduardo Peniche Rodríguez, se presentó alcoholizado, de acuerdo con algunos testigos, con la instrucción “de alguien de arriba” de reventar el convivio. No lo lograron.
La renuncia de Carlos Joaquín, junto con la de Alejandro Murat del Infonavit y la de Lorena Martínez en la Profeco, sostienen la lectura obligada de que en todos los casos consultaron a alguien de arriba en el partido tricolor para dejar sus encargos, resultaría difícil creer lo contrario. Si a ello le agregamos la frase pronunciada recientemente por el líder Beltrones de que hay que “volver a las canas”, refiriéndose a las malas experiencias que se han tenido con gobernadores jóvenes como el propio Roberto Borge, Rodrigo Medina de Nuevo León y no se diga el caso perdido de Javier Duarte en Veracruz, pues Carlos Joaquín se puede convertir en el abanderado del PRI, pese a los pataleos y profunda oposición del gobernador de Quintana Roo. ¿Será?
informacion de Excélsior