La revista científica ‘Science’ publica un estudio del geólogo Joseph Meert, de la Universidad de Florida (EE.UU.), en el que desarrolla su hipótesis sobra la evolución de la vida en nuestra planeta.
Meert opina que el cambio frecuente de los polos terrestres influyó de manera crucial sobre el desarrollo de los organismos en la Tierra. Específica que la llamada ‘explosión cámbrica’, la repentina aparición y rápida diversificación de los organismos macroscópicos multicelulares hace 550 millones de años, fue incentivada por un cambio brusco del campo magnético.
Esto causó la destrucción de la capa de ozono y la desaparición masiva de varias especies animales. Los gigantescos seres marinos fueron remplazados por animales que evolucionaron en unas condiciones de alto nivel de radiación a las que tenían que adaptarse. Por ejemplo, una estructura más compleja de los ojos y una mejor visión les daba la posibilidad de sumergirse en el fondo del mar y protegerse de la radiación solar.
Durante años la comunidad científica no ha sido capaz de alcanzar un consenso acerca de los factores que promovieron la explosión cámbrica. Y la teoría recientemente publicada puede contribuir a la discusión