El deber de Carlos Joaquín es regresar el agua en manos del pueblo

Privatizar el agua fue un gran error.                          Por Tacho Azua.                                                              Fue un gran error privatizar la Exitosa CAPA que generaba muchos recursos para el gobierno la cual con AGUAKAN se descompuso con cobros arbitrarios y mál servicio desde el primer momento muchos nos quejamos las acciones insensibles en puerto Aventuras de la empresa empezó a derramar el Vaso con el cierre de la carretera afectando a cientos de personas y turistas creo que es una buena oportunidad para que el Gobernador electo Carlos Joaquin y la Presidenta Municipal Electa Cristina Torres cuando inicien su mandato lo hagan con el pie derecho y revoquen la concesión cómo lo prometieron en su campaña y recomponer una mala decisión, no hay que olvidar (Agua prioridad y Borge la privatiza o vende Caro vía Capa ) #MalasdecisionesgrandesTragedias

Con Carlos Joaquin se acabaron los cobros injustificados de Aguakan negocio redondo del corrupto proximo ex mandatario Roberto Borge Angulo y todo su séquito de de politiquillos y medios de comunicacion vendidos, jajajajajaja, lo curioso que ahora los propietarios de estos medios vendidos ya andan como sabuesos lambisconeando al gober electo, no si de que los propietarios de los medios son verdaderos mercenarios de la informacion, eso que ni que.

Respecto a la Concesión del Servicio de Agua potable y drenaje a a la empresa AGUAKAN, en Cancun, Isla Mujeres y Playa del Carmen, debe decirse que esta aparte de oscura e irregular, es violatoria del Derecho humano al Agua potable, y no debe ser objeto de concesión, como lo señala tanto el Articulo 4o de la Constitución Política Mexicana, como la Organización de las Naciones Unidas y diverso tratados Internacionales de los que México forma parte.,

El derecho al agua para el aseguramiento de los derechos humanos entre otros, de vida, salud, alimentación, vivienda adecuada, ya el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales de las Naciones Unidas, aprobó la Observación general N° 15 sobre el derecho al agua, en la cual, en el punto 2, fijó una definición de lo que debe entenderse por derecho humano al agua, siendo la siguiente:

El derecho humano al agua es el derecho de todos a disponer de agua suficiente, salubre, aceptable, accesible y asequible para el uso personal y doméstico. Un abastecimiento adecuado de agua salubre es necesario para evitar la muerte por deshidratación, para reducir el riesgo de las enfermedades relacionadas con el agua y para satisfacer las necesidades de consumo y cocina y las necesidades de higiene personal y doméstica

De lo que antecede, se desprende que el derecho humano al agua es el derecho de toda persona, sin excepción alguna, de disponer de agua suficiente, salubre, aceptable, accesible y asequible para el uso personal y doméstico, tal como lo dispone la reforma constitucional al artículo 4°, de la Constitución Federal, publicada en el Diario Oficial de la Federación el ocho de febrero de dos mil doce9, se adicionó el párrafo sexto, para quedar:
“Artículo 4.

(…)
Toda persona tiene derecho al acceso, disposición y saneamiento de agua para consumo personal y doméstico en forma suficiente, salubre, aceptable y asequible. El Estado garantizará este derecho y la ley definirá las bases, apoyos y modalidades para el acceso y uso equitativo y sustentable de los recursos hídricos, estableciendo la participación de la Federación, las entidades federativas y los municipios, así como la participación de la ciudadanía para la consecución de dichos fines. (…)”.

Entonces, el Estado deben garantizar a todas las personas el acceso continuo al agua, y la cantidad disponible debe ser adecuada, es decir, debe ser una cantidad suficiente de agua potable para el uso personal y doméstico, esto es, el acceso al agua necesaria para mantener la vida, la salud y, para satisfacer las necesidades básicas, sin conferir a las personas el derecho a una cantidad ilimitada de agua, que comprende el consumo, saneamiento, el lavado de ropa, la preparación de alimentos y la higiene personal y doméstica, ajustada para la dignidad, la vida y la salud humanas.