Ciudad de México, 16 de julio.- El lunes en la noche Marcos Martínez, su esposa y sus dos hijas abordaron el avión 909 de American Airlines, en Miami, rumbo al aeropuerto de Ezeiza, en Buenos Aires. Sin embargo, el avión casi vacío tardó en despegar, lo que causó la impaciencia de los pasajeros.
“Eran las 19:55 y el avión estaba bastante vacío. Como no se movía, me acerqué a la azafata y le pregunté si estábamos esperando a alguien o algo por el estilo”, relató. La azafata, según cuenta, le dijo que generalmente no se espera a nadie, y que dentro de unos minutos el avión iba a despegar.
Luego de las indicaciones habituales, “cuando estábamos en vuelo el comandante de abordo menciona en un mensaje a través del megáfono, algo en relación a la piloto y la copiloto”, señaló Marcos. “Ahí nos dimos cuenta de que eran mujeres y la gente se sorprendió”.
“El vuelo continuó normalmente y después uno de los tripulantes de cabina me comentó que cuando siete pasajeros se enteraron de que la piloto y la copiloto eran mujeres, se quisieron bajar, hubo que sacar sus valijas y eso demoró una hora y media la salida del vuelo”, comentó con indignación Marcos.
“Qué raro que se hayan bajado, ¿por qué lo habrán hecho?”, era la frase que más se escuchaba, en el Boeing 777-200 que aterrizó en Buenos Aires a las 6:02, cuatro minutos después de la hora programada.
(Con información de La Nación)
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