Responde Julian Ricalde a periodistas diseñados en la fabrica PRI

Los ataques de una prensa al gabinete de transición que arrulló y regaló los oídos a dos gobernadores-los peores- en QRoo, y los dejó sin calidad moral para señalar, provoca una respuesta de Julián Ricalde, nombrado Enlace General de la Secretaria de Gobierno del equipo de Carlos Joaquín. Esto dice el politico:

Leyendo algunas publicaciones en las redes, pero sobre todo en algunos medios impresos respecto del equipo de enlace para la transición me queda claro que algo está cambiando. El gobernador electo ha asumido con gran responsabilidad la difícil tarea de gobernar. El primer acto de gobierno y el mas importante es escoger tu gabinete (que no es el caso), es decir las personas que habrán de llevar a cabo los deseos del gobernante. Apenas se dio a conocer el equipo de enlace, que no el gabinete, abrieron fuego quienes estaban parapetados esperando precisamente eso, «tener a tiro al enemigo». Y es que hace rato que perdieron el objetivo de hacer periodismo. Se han dedicado mas bien a ser sicarios de sus carteles. La mafia de empresarios – periodistas que ya no se satisfacen con los onerosos convenios y que se han amafiado con los gobernantes del PRI para recibir sus cotos: terrenos, concesiones, patentes, tráfico de influencias, notarías públicas, etc. Traicionaron a los quintanarroenses al maquillar las acciones de los gobernadores priistas a mas no poder y también traicionaron a los propios politicos que los alimentaron, y se traicionaron asi mismos. No sirvieron para los fines por los que se amafiaron, y perdieron las elecciones con sus partidos, y digo con sus partidos porque se volvieron militantes como el caso del Por Esto y hoy, ante la realidad de haber perdido el poder político recurren a la estrategia conocida de «golpear para ablandar». Siguen con la dinámica de difamar. Parecen no ver que dejaron de ser influyentes porque se pusieron del lado de «la mafia del poder» como dijera el personaje favorito de este periódico, y no del pueblo. Los quintanarroenses los reprobaron y hoy están en un punto de quiebre. Se sentían intocables. Jamás han publicado un derecho constitucional de réplica, hacen periodismo cobarde al no firmar sus notas, todo viene : «De la redacción» pero de la redacción de la oficina del gobernador en turno. Fueron parte del aparato Gebbeliano del gobierno, la punta de lanza para desestabilizar a los gobiernos opositores. Políticos de todos los partidos se rendían a sus pies a los pies de los intocables, de los dueños de la verdad, la luz, el camino y la razón. Se avecinan una lluvia de demandas por difamación para que se equilibren las notas y se haga periodismo. Se acabaron los barones del «periodiquismo» que no del periodismo. Sus libelos resplandecen amontonados por días en los aparadores porque ya NADIE LOS COMPRA. Quintana Roo necesita de prensa, de buena prensa. De una prensa crítica pero objetiva y equilibrada, que investigue con rigor periodístico y que enarbole valerosamente la razón. Que denuncie con pruebas, que contribuya a tener mejores gobiernos en beneficio del pueblo y no malos gobiernos en beneficio de sus dueños o sus gerentes. Buenas noches

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