Los trolls y bots usados por gobiernos nefastos como Roberto Borge y Enrique Peña Nieto, serán eliminados con los nuevos filtros de Twitter.
JOSÉ MENDIOLA ZURIARRAIN
19 AGO 2016 – 13:49 CEST
Twitter anunció ayer nuevos filtros contra el ciberacoso.
Se trataba de un problema cada vez más evidente en Twitter, precisamente ahora que la red social se haya en un momento delicado con una creciente pérdida de usuarios y serias dudas sobre la viabilidad futura del proyecto con el éxito de otras redes como Snapchat o Instagram. El controvertido retorno de su cofundador, Jack Dorsey, elevó todavía más la atención sobre esta red social: ¿sería capaz este enfant terrible de Silicon Valley de dar la vuelta al asunto? En medio de una pérdida constante de usuarios, Twitter se enfrentaba a un serio problema del que nadie parecía encontrar una solución definitiva: el acoso de los trolls.
La actriz Leslie Jones (protagonista de la nueva entrega de ‘Cazafantasmas’) fue víctima de una de las campañas de acoso más desgarradoras que ha vivido Internet
Ayer, Twitter anunció el lanzamiento de un sistema de filtros que parece que por fin permitirá silenciar definitivamente a estos acosadores y, por otro lado, mejorar la experiencia de uso. Básicamente, lo que se consigue con estas nuevas herramientas es hacer desaparecer por completo el contenido y las cuentas irrelevantes: no hay mejor medida que ignorar al acosador y de esta manera se hará de forma automática. Las dos herramientas que ha presentado la red social son unas notificaciones personalizadas, mediante las cuales el usuario podrá activar que se le notifique únicamente sobre las menciones de gente a la que sigue, y también el llamado ‘filtro de calidad’. Este último es más interesante y controvertido puesto que de alguna manera decide por el usuario basándose en elementos como la relevancia o el origen de la cuenta, qué contenido puede llegar a su timeline.
Terreno de ‘odiadores’
Una red social tan rápida y cuyas cuentas se basan en el total anonimato de los usuarios era pasto perfecto para que estos odiadores a tiempo completo dieran rienda suelta a su ira descontrolada. Los más famosos fueron presa fácil y el asunto llegó a cobrar tal cariz que hasta el que en su día fuera CEO de la firma reconoció su impotencia con un gráfico “somos un desastre en el control del abuso”. Dorsey tomó los mandos de la compañía hace tan solo unos meses con este problema en la mesa y sin un plan concreto para darle solución. Sin embargo, no tuvo demasiado margen de maniobra: a las pocas semanas, la actriz Leslie Jones (protagonista de la nueva entrega de Cazafantasmas) fue víctima de una de las campañas de acoso más desgarradoras que ha vivido Internet.
Con un “dejo Twitter entre lágrimas” la actriz terminó definitivamente su actividad en la red social no si antes acusar abiertamente a sus gestores de incapacidad para poner coto a este acoso. Dorsey no tardó en responder directamente pidiendo a la afectada que contactara con él mediante mensaje directo en una medida sin precedentes. Fue demasiado tarde, pero también la gota que colmó el vaso.