Aunque estar en casa es lo mejor que puede haber, a veces es necesario salir para encontrar diversión. Tal vez nos gusta alguien y tenemos que salir para verlo/a; a lo mejor hay un concierto de nuestra banda favorita y tenemos que partir para poder escucharlos en vivo. Pero, definitivamente, el mejor pretexto para salir de casa es el de este conejo, que salía a divertirse a la casa de al lado porque había mariguana.
La historia del pequeño Pin-Pon no acaba muy bien. Al menos no para sus vecinos, quienes fueron arrestados por la culpa del peludo dientón: La policía encontró el plantío de mariguana después de que la dueña de Pin-Pon reportara el descubrimiento.
De acuerdo a su dueña, el conejito pasaba largos ratos ausente y después regresaba más feliz, juguetón y prendido que nunca (sólo porque no tiene pulgares, porque si sí, seguro llegaba a hacerse una hamburguesota).
Esta vez la curiosidad no mató al gato, sino incriminó a los vecinos: La dueña del conejito lo siguió un día para ver a dónde iba que regresaba tan feliz y, ¡oh, sorpresa!, el conejito era feliz comiendo unas ramitas que encontraba al lado.
Al principio pensó que se trataba de una planta nativa de la región (Huaura, Peru), pero después de contarle a su familia el incidente, no faltó el sobrino pacheco que sabía muy bien de lo que se trataba. Se aventuraron a la investigación y resultó que sí era mariguana; acto seguido llegaron los policías.
Dicen que al conejito no le gustó para nada que descubrieran su escondite secreto y huyó en el momento. Pero, no se preocupen, después le dio hambre y volvió a casa de nuevo con su familia preocupada.
