Por: Proceso
CHETUMAL, Q. Roo (proceso-com.mx).- El 8 de octubre de 2015, en una sesión solemne del Congreso local, el gobernador Roberto Borge no tuvo empacho en mostrar su aversión a Carlos Joaquín González, quien el próximo domingo 25 se convertirá en el nuevo mandatario estatal.
“Tenemos claro que debemos identificar y hacer a un lado a falsos mesiánicos que sólo intentan llegar al poder porque creen poseer predestinaciones honoríficas o patentes de corso”, soltó Borge en el marco del 41 aniversario de la creación de Quintana Roo.
Prosiguió: “Debemos identificar a quienes por filias o apellidos se sienten merecedores de todo, a quienes ajenos y desde fuera busquen privilegios, pues nunca aportaron nada al esfuerzo de nuestra grandeza y hoy se presentan a la cosecha oportunista”.
Así habló entonces Borge, en clara alusión al entonces subsecretario de Turismo, y criticó al grupo priista de “Los Joaquín”, cuya cabeza es Pedro Joaquín Coldwell.
En las elecciones del pasado 5 de julio, Carlos Joaquín, arropado por el PAN y el PRD tras renunciar a su militancia priista, se impuso al candidato del PRI, PVEM y Nueva Alianza, Mauricio Góngora, identificado con el exgobernador Félix González. Y, así, Joaquín se convertirá en el primer gobernador no priista desde la creación de Quintana Roo, el 8 de octubre de 1974, a pesar de la inquina de Borge.
El tema central de la campaña del expriista fueron las acusaciones contra Borge por corrupción y abuso de poder, aunque también tuvo para el exgobernador Félix González, ahora representante de la entidad en el Senado de la República.
El pasado 21 de abril, Joaquín González anticipó que si ganaba los comicios revisaría la deuda contratada por el actual gobernador y quien lo antecedió en el cargo, Félix González Canto, y si “hay delitos”, advirtió, meterá a la cárcel a los culpables.
“Hay que revisar y hay que hacer un diagnóstico claro de la deuda de Quintana Roo durante los últimos 12 años, que hoy tanto le afecta a la gente. Revisémosla, atendámosla. Veamos en qué fue invertido el dinero, en dónde están las obras, a quién benefician, en qué estado están y cuánta gente que no lo necesita se está beneficiando”, destacó en el marco de un evento en el que se dio a conocer que todos los candidatos a gobernador, presidentes municipales y diputados locales de la alianza PAN-PRD presentaron su declaración “3de3”,
Lanzó: Si es correcto, qué maravilla, pero si no, hay que hacer que quien haya cometido un delito, lo pague y así será”.
Félix González Canto recibió una deuda de su antecesor, Joaquín Hendricks, de mil 350 millones de pesos, y en su turno el ahora senador dejó pasivos bancarios a Roberto Borge por 11 mil 500 millones.
La deuda estatal es, precisamente, la principal preocupación del nuevo gobierno estatal, de acuerdo con Juan Vergara Fernández, coordinador del Eje de Finanzas y Contraloría del equipo de transición.
Dicha deuda asciende a 22 mil 175 millones 785 mil 814 pesos, de los cuales 19 mil 197 millones 497 mil 754 pesos corresponden a créditos bancarios a largo plazo y dos mil 968 millones 286 mil 060 pesos a pasivo circulante.
Vergara Fernández, quien se perfila para ser titular de la Secretaría de Finanzas y Planeación (Sefiplan), indico que prevén un difícil inicio de gobierno, pues ya se ejercieron casi en su totalidad los 24 mil 485 millones de pesos del presupuesto de 2016.
Sin embargo, confió en que al menos el nuevo gobierno “sí tendrá para nómina”, que asciende a 485 millones de pesos quincenales en promedio.
Y frente a la inminente crisis, el nuevo gobierno ya contempla las primeras medidas para contrarrestar el déficit, que de acuerdo con Vergara Fernández es de dos mil 700 millones de pesos.
De entrada, se aplicará un catálogo de “buenas prácticas”, entre ellas eliminar gastos “innecesarios”, dentro de un plan de austeridad, pero también se hará una revisión de la deuda pública.
Durante la semana, como parte de la glosa del quinto y último informe de gobierno de Roberto Borge, comparecieron ocho secretarios de su gabinete, entre ellos los titulares de la Sefiplan, Juan Pablo Guillermo Molina; de la Secretaría de Infraestructura y Transportes (Sintra), Fernando Escamilla Carrillo, y del Instituto del Patrimonio de la Administración Pública (Ipae), Claudia Romanillos Villanueva. Y se confirmó la grave situación financiera de la entidad.
El presidente de la Mesa Directiva de la Legislatura local, José Esquivel Vargas, afirmó que Carlos Joaquín recibe un gobierno en graves problemas y con una enorme expectativa ciudadana.
“Recibimos un estado inestable, económicamente demolido, con una deuda multimillonaria”, expresó el perredista.
Señaló que si bien la mayoría de los comparecientes salió con evasivas y respuestas a medias, se confirmó que hay por lo menos un desorden en el manejo de las finanzas del estado.
El diputado local por el distrito XII de la zona maya confirmó que están contempladas las auditorias ante los indicios que se presentarán en diversos rubros de la administración estatal.
“Vamos buscar donde sea procedente, y quien no cumplió con sus responsabilidad, que se atenga a las consecuencias”, advirtió.
De igual manera, calificó como “casos extremos” la inversión de 240 millones de pesos para el llamado “Auditorio del Bienestar”, y el hecho de que se requirieran 10 años para construir el nuevo hospital general de Cancún, cuya primera piedra la puso Félix González.
“Roberto Borge deja un desequilibrio económico, un desequilibrio político y un desequilibrio social”, subrayó.
El también empresario reconoció que el triunfo de Carlos Joaquín obedece en gran medida al enojo de la ciudadanía por la corrupción y por los excesos. Frente a este desastre, agregó, será muy complicado el inicio de la administración de Carlos Joaquín.
A su vez, el presidente de la Gran Comisión del Congreso del estado, Eduardo Martínez Arcila, indicó que los funcionarios del gobierno de Borge que comparecieron como parte de la glosa del quinto informe, confirmaron que hay “un total desorden” en el manejo financiero.
El legislador panista indicó que Sefiplan se convirtió en una “supersecretaría” en la que se disponía de manera arbitraria de los recursos de los todas las dependencias del gobierno estatal.
También destacó que para 2016, Sintra tuvo un presupuesto de 167 millones, pero la mayoría de las obras están inconclusas.
“Nos refieren también de nuevos hospitales y clínicas, pero en realidad es como si no las hubieran construido, pues no están funcionando porque no tiene el equipo”, dijo.
La conclusión más relevante en las comparecencias, indicó, es que hay manejo deficiente de los recursos públicos.
Subrayó que fueron “saqueados los presupuestos de las distintas dependencias”, y el manejo irregular las finanzas, dijo, no se reduce a la administración de Borge, sino también a la que encabezó Félix González Canto.