Vladimir Galeana
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Roberto Borge Angulo hizo todo lo posible para que Carlos Joaquín González no pudiera alcanzar la candidatura del Partido Revolucionario Institucional a la gubernatura de Quintana Roo.
Necesitaba que uno de sus más cercanos colaboradores le cubriera las espaldas y le permitiera seguir interviniendo en las decisiones y participando en el brutal saqueo que organizó por consejo de su mentor, Félix González Canto. Lo que nunca calcularon fue el encono acumulado por la gente.
El preferido siempre fue Chanito Toledo, pero nunca creció lo suficiente.
Borge señaló en su momento al titular de Gobernacion, Miguel Ángel Osorio Chong, que prefería a cualquiera antes que a Carlos Joaquín González. El presidente Enrique Peña Nieto cedió ante la presión y en un sondeo ordenado por el Comité Ejecutivo Nacional del Partido Revolucionario Institucional, se decidió finalmente que el candidato fuera el presidente municipal de Playa del Carmen, Mauricio Góngora Pimentel.
La elección estaba sentenciada de antemano por los quintanarroenses ante el descarado saqueo del crimen organizado oficial encabezado por Roberto Borge. Fuera quien fuera el candidato tricolor, la gente votaría por Carlos Joaquín González. El hartazgo se impuso a las dádivas, a la oferta de inclusión en los programas sociales, al reparto de tarjetas de todo tipo, de materiales para construcción, y al dinero en efectivo que se entregó en las casillas. Nada pudo detener el encono acumulado y la rebeldía de la gente.
Carlos Joaquín ha venido cumpliendo lo que prometió y lo primero que le han exigido sus gobernados: Justicia.
Roberto Borge está en la cárcel y será extraditado a México para que pague por lo que hizo. Lo previsible es que pase muchos años encerrado, pero también caerán los demás integrantes de la banda de saqueadores más grande de la historia de Quintana Roo. El siguiente que será aprehendido se llama Juan Pablo Guillermo Molina, y fungió como secretario de Finanzas y Planeación del gobierno borgista.
El señor Guillermo Molina es diputado suplente de Chanito Toledo, y se ha quedado sin protección porque le han negado todos los amparos que ha solicitado. Es más, pidió a Chanito que renuncie a la diputación, o pida licencia, para adquirir fuero. Pero da la casualidad que también el que fuera delfín de Borge teme perder su libertad y se negó rotundamente a ceder a sus presiones.
Caerá en cualquier momento, pero no lo hará solo, porque con él también será procesado Joaquín López, el que fuera su secretario particular.
Carlos Joaquín está decidido a limpiar a Quintana Roo de las bandas que hurtaron el patrimonio de sus paisanos. Pero quienes trabajan en el Gobierno Federal tienen el deber de ayudarle, a menos que tengan algo que ver en el saqueo. Félix González Canto está bastante preocupado porque también siente que el agua comienza a llegarle a los aparejos. La realidad es que se ha ganado unos buenos años a la sombra.
Al tiempo.