Hugo Martoccia y Luciano Núñez (La Opinión).- El Presidente del Tribunal Superior de Justicia, Fidel Villanueva Rivero, va a dejar su cargo, pero no quiere dejar el poder.
A pesar de que su pacto político con el Gobierno incluye una salida en paz, el magistrado ha decidido jugar en su propia sucesión. La idea de Fidel Villanueva es mantener su cuota de poder, pero también buscar una salida “limpia”, ante una serie de irregularidades que se han detectado durante su gestión, y que ya están en miras del Gobierno.
El elegido de Villanueva Rivero es José Antonio León Ruiz. Se trata de un viejo conocedor de los entretelones del poder en el Tribunal Superior de Justicia. Fue la mano derecha de la ex presidenta de Tribunal, Lízbeth Loy Song Encalada, y desde allí su carrera ha crecido.
Antonio León se ha mantenido siempre a la sombra y cobijado por el poder. Ha sido un aliado fundamental para el Presidente del TSJ. Mantuvo todo el tiempo el control del Consejo de la Judicatura, de la mano del actual presidente.
Pero la sola mención de su nombre para la presidencia del TSJ levantó a sus pares. Tan es así, que desde allí mismo comenzó a surgir información sobre supuestas irregularidades en la gestión del magistrado.
Se lo acusa de estar involucrado en algunos de los casos más resonantes de los despojos de tierras en Tulum y Playa del Carmen, y hasta en la irregular liberación de un conocido narcotraficante de la región.
Para los magistrados, Antonio León sería la continuidad de Fidel Villanueva.
EL QUINO VUELVE A PATEAR EN CONTRA DEL GOBIERNO
En todo este embrollo vuelve a jugar un papel determinante el subsecretario de Enlace Interinstitucional de la Secretaría de Gobierno, Joaquín González Castro.
El funcionario tiene una relación directa con Fidel Villanueva, y está operando en el Poder Judicial junto con el actual presidente, nombrando jueces afines al funcionario. Hay que recordar que González Castro fue presidente del TSJ, y conoce a la perfección ese mundo.
Es uno de los principales operadores para imponer a Antonio León. Lo extraño de tema es que justamente León y Fidel Villanueva fueron, a su vez, los principales operadores en el Poder Judicial (y más allá también) a favor del ex candidato a gobernador del PRI, Mauricio Góngora.
Y mantener ese grupo de poder en la Justicia sería para el Gobernador casi como convivir con el enemigo.
Este caso vuelve a dejar en claro que el nombramiento de González Castro es uno de los más extraños del gobierno de Carlos Joaquín. El funcionario ya metió en problemas al Gobierno con la “Ley Borge” para periodistas (tema que sigue operando en las sombras con sus aliados en los medios) y ahora juega para otros intereses en uno de los temas centrales del equilibrio de poder estatal.
LOS OTROS NOMBRES PARA LA PRESIDENCIA DEL TSJ
En el Gobierno y entre los magistrados se manejan otros nombres para la presidencia del TSJ.
Versiones internas del Gobierno hablan de que el sector ligado al ex gobernador Joaquín Hendricks, con el Secretario de Finanzas, Juan Vergara, a la cabeza, quiere poner en la presidencia del TSJ a Veronica Acacio Trujillo.
Otro sector, más vinculado a Miguel Ramón Martín Azueta, jefe de la Oficina del Gobernador, apoya a Adolfo del Rosal Rivera.
Entre los magistrados, a su vez, están sonando los nombres de Adriana Cárdenas y de Juan Garcia Escamilla. Pero aún no hay acuerdos de fondo y no hay nombres descartados.