Emulando a Proceso, Barrachina escribe «El Draff» de AMLO

AMLO: “Queremos transformar el país”
Carlos Barrachina Lisón
3 de julio 2017

La noticia de la visita de AMLO a Cancún, no ha sido la firma de un acuerdo amplio con diferentes sectores de la sociedad civil quintanarroense; sino la desaprobación popular de lo que aparentó ser la presentación del “equipo de las estrellas”. Ya saben ustedes: en la portería el petista Hernán Villatoro Barrios, en la defensa como central la senadora Luz María Beristaín, apoyada por el “convergente” Antonio el “pelón” Cervera, y el ex alcalde de Cancún (ahora representante de los “evangélicos”) Jaime Hernández Zaragoza. Como centrocampistas el panista Luis Protonotario, el incombustible priista Manuel Aguilar Ortega, y cómo no, el ex alcalde morelense y ex perredista Domingo Flota (tres joaquinistas caídos en desgracia). En la delantera, por supuesto, un enorme Eduardo Ovando Martínez, acompañado espiritualmente por sus “redes”; bronco, algo sudoroso y con ansía de gol; mirando de reojo a un Pech desdibujado, que ronda el área de gol, con cara de yo no fui, pero atento a empujar el balón entre los tres palos, apoyado por el chamaco “Jacinto”, y su mentor académico (no recuerdo el nombre del profe).
La gente entendió la lógica de la alineación. No era un acuerdo con la sociedad civil, porque los organizadores mostraron que ésta, pareciera que se reduce a un grupo de políticos caídos en desgracia; la mayoría de ellos con pasados cuestionables. ¿No hay sociedad civil en Quintana Roo que quiera apoyar a AMLO? ¿No hay izquierda?
Muy en su estilo, el tabasqueño nos dio una lección de política. MORENA quiere la transformación del país, y es necesario unir a “todos” para lograr ese gran cambio porque así lo exigen las circunstancias. Ante los silbidos de sus huestes, y algunas frases al estilo de: “no escuchas a tu pueblo”, AMLO señaló que a pesar de los “provocadores” se encontraba presentando su mensaje. Suavizó su discurso, y se dirigió a los ciudadanos de “buena fe” que mostraban su preocupación por el acuerdo de unidad. En MORENA nunca se iba a decepcionar al pueblo, señaló, porque son tres las premisas del movimiento: NO MENTIR, NO ROBAR, NO TRAICIONAR AL PUEBLO. Las puertas de MORENA están abiertas para todas las mujeres y hombres de buena voluntad. No hay que ser egoístas, porque no es una cuestión de cargos, sino de ideales y principios (en ese punto me puso a dudar, porque la heterogeneidad ideológica de la “sociedad civil” de AMLO en Quintana Roo es demasiado grande como para plantear un proyecto común).
El respetable, había venido desde lejos para apoyar a Andrés Manuel López Obrador. Llegaron en autobuses los que venían del sur del estado; ni modos que hubieran venido caminando. Algunos comunicadores han señalado que hubo acarreados, como antaño con el PRI. En mi opinión, en este punto hay un tanto de exageración. Es cierto que varios autobuses fletados por las famosas redes de Ovando, que iban a traer diez mil personas, viajaron vacíos; y que seguramente hubo algún acarreo, pero no creo que fuera el caso mayoritario. En Quintana Roo hay un interés muy grande entre la ciudadanía por conocer el discurso de AMLO, e incluso de apoyarlo electoralmente. No gustó el “equipito” que tuvo que presentar AMLO, porque en el imaginario popular buena parte de estos “jugadores”, no resisten veinte minutos en la cancha sin traicionar los principios que AMLO anunció.
Hacer política no es sencillo. Para muchos, entre los que me cuento, el gobierno de Carlos Joaquín ha sido una gran decepción. Nos movilizamos para que cambiaran las cosas, y no ha sido posible. Los políticos no se improvisan, ni se encuentran en las ramas de los árboles. En ese sentido entiendo a AMLO y a Pech. Necesitan estructuras para ganar las elecciones y sencillamente, no las tienen. El convocar a todos estos políticos les permiten conectarse con los municipios, y tener activistas que coordinen su actividad. Sin embargo, el apoyo no es gratuito. Éstos, buscan recuperar sus carreras políticas y su influencia. Eso lo saben AMLO y Pech, y me da la impresión que no les importa (ojalá me equivoque).
Tampoco fue gratuita para CJ su coalición con el PRD, el PAN, el PRI y los joaquinistas. Hubo gente que me preguntó los porqués de mi alejamiento tan rápido del proyecto encabezado por el actual gobernador. La razón es muy sencilla. En el momento en que se dieron los primeros nombramientos en el equipo de transición, y luego en la administración, y se seguía sin presentarse un programa político orientado al cambio, era más que evidente que no se iba a producir el cambio político anunciado, sino que se instalaba una élite política, para hacer lo mismo que la anterior. Esa fue la razón de mi alejamiento. La mediocridad y otras cosas llegaron para quedarse, y hasta la fecha perdura la estrategia, porque CJ piensa transitar su período con su equipo de “leales”, y no tiene ninguna intención de aceptar crítica alguna. Es decir… no hubo cambio, no sólo por las coaliciones, sino por la falta de voluntad.
La presentación de este pacto de AMLO con esa “sociedad civil” quintanarroense, tan sospechosa y desafortunada, es más de lo mismo, y en el análisis no debe dejarse caer este dato en saco roto. Dicen que, si parece pato, camina como pato y hace cuac, cuac…. Pues no hay mucho hacia dónde mirar…de hecho, no hay que ser muy inteligente: el animalito resulta que es un pato.
Hoy buena parte de los “abucheados” han sacado pecho, como si la fiesta no fuera con ellos. Manuel Aguilar ha encargado artículos a modo, y Ovando sigue manejando una campaña agresiva tanto en los medios de comunicación tradicional, como en las redes sociales. Me llama la atención, por cierto, que, tras la evidencia directa presentada en una columna de su servidor, sobre la falta de ética de Juan Manuel Herrera por la “adquisición” de terrenos ejidales a precios “ridículamente bajos” en Bacalar; y a pesar de señalarle Ovando al periodista Alfredo Gris que Herrera no es el candidato de MORENA en Bacalar; sin embargo, la mayoría de los pendones con los que se adornaban las redes ovandistas presentes en Cancún, anunciasen la organización que tienen en el municipio de Bacalar, dando un expreso apoyo a su amigo y candidato para ocupar la presidencia municipal de este municipio. Ni modos.
Debemos abandonar las simulaciones. La gente está cansada. Quintana Roo requiere de una clase política honrada y profesional. Ésta no va a surgir de la nada, pero ya es tiempo de iniciar un cambio de a de veras, entre otras cosas, porque todos merecemos un buen gobierno, y líderes que no piensen exclusivamente en su beneficio particular. Esta regeneración política se requiere, en todas las latitudes del espectro político. No todos los partidos deben defender los mismos intereses, y no debe permitirse el travestismo partidario. Se vale pensar diferente, e imaginar recetas alternativas para la gobernabilidad. Lo que no se vale es ser un pillo y seguir dándole a la gente atole con el dedo. Como ciudadano, la escenificación de ayer, me hace sospechar, y me desagrada profundamente. Todo indica, a que ese será el equipo de López Obrador, y que ellos serán los jugadores que tendrán la posesión del balón. No creo lamentablemente que los abucheos de ayer hagan cambiar de opinión a AMLO, ni tampoco creo en su ignorancia sobre el terreno que está pisando. Pareciera que la suerte ya está echada.

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