En QRoo los Morenistas tuvieron agallas y a gritos rechazaron las nuevas adquisiciones de AMLO compradas de una vieja Refaccionaria: El PRI

«¡Fuera el PRI, no queremos priistas en Morena!» «¡No, no traiciones al partido!» fueron algunos gritos que salían de los pechos desilusionados de varios militantes cuando en el templete pasaban a firmar el acuerdo impulsado por el líder de su partido, Andrés Manuel López Obrador. Algunos de esos reclamos sobresalían del abucheo generalizado de quienes se congregaron en la plaza de Las Palapas, en Cancún.
Momentos antes se auguraba una jornada dura para Andrés Manuel López Obrador. El líder nacional de Morena no sólo sudó por el calor de los casi 30 grados centígrados, sino por las vicisitudes que fueron surgiendo a lo largo de su visita a este polo turístico.
Los militantes de Morena fueron llegando de a poco al parque de Las Palapas. Los de Cancún lo hicieron a través de una marcha que comenzó en el Crucero, mientras que aquellos que provenían de otros municipios se sumaron paulatinamente. A la hora que comenzó el mitin, se calcula que hubo alrededor de 3 mil personas.
El inicio del evento estuvo amenizado con música tabasqueña, muestra de amabilidad con López Obrador, quien es oriundo de aquellas tierras. También, como preámbulo, hizo acto de presencia Ángel Jacinto Noh Tun, conocido como el “Niño diputado”, de quien se esperaba que diera un discurso igual de combativo como el expresado en el Congreso de Quintana Roo, pero en lugar de ello, sólo se limitó a saludar, pues no había preparado ningún discurso.
El tiempo avanzaba y el calor no menguaba, hasta que finalmente hizo su aparición López Obrador, quien recorrió un camino resguardado por vallas, las cuales no le impidieron saludar y tomarse fotos con la gente. Al subir al templete, unas señoras le pasaron un retrato suyo, pintado en un lienzo enmarcado, para que el aspirante a la Presidencia de México lo firmara, lo cual hizo.
Sin embargo, la primera vicisitud llegó: el audio se fue y tras unos minutos de incertidumbre, subió al templete un megáfono, el cual sustituyó al micrófono y las bocinas por media hora.
Con megáfono en mano, López Obrador agradeció a quienes se dieron cita y aseguró que en Morena no se lucha por cargos, sino por ideales. Muestra de ello, dijo, es la firma del pacto es muestra de ello.
Recalcó la necesidad de formar un frente amplio para vencer al PRI en las próximas elecciones, se necesita de la unión de los mexicanos de “buena voluntad”.
“Todos juntos tienen que hacer la transformación del país, así lo mandan las circunstancias”.
Luego de ello, se procedió a la firma del Acuerdo Político de Unidad por la Prosperidad del Pueblo y el Renacimiento de México y, con ello, la lluvia de reclamos y abucheos, los cuales ciertamente ya habían aparecido cuando en sus primeras palabras, López Obrador invitó a subir al templete a la senadora perredista Luz María Beristain.
Sin embargo, eso no fue nada comparado con las muestras de rechazo hacia algunos de los firmantes del acuerdo. Los militantes veían con incredulidad y expresaban su rechazo a personajes como Eduardo Ovando, exalcalde de Othón P. Blanco, quien el 30 de enero pasado renunció al PRI y que colaborará con Red Ciudadana. Otro de los que más fueron abucheados fue el expresidente municipal de Benito Juárez, Jaime Hernández, quien fue denunciado por su sucesor, Julián Ricalde, por un desvío de 147 millones de pesos. Ambos han sido señalados de colaborar con los denostados exgobernadores Félix González Canto y Roberto Borge.
Otro de los más abucheados fue Antonio Cervera, uno de los propietarios del portal de noticias Macro News y quien decepcionó a los cancunenses por su trabajo como regidor, al aprobar varias de las iniciativas del expresidente municipal priista Paul Carrillo, como sustituir el Programada de Desarrollo Urbano (PDU) –el cual está impugnado– y avalar el aumento en las tarifas de transporte público.
Pero también la firma del Acuerdo Político de Unidad por la Prosperidad del Pueblo y el Renacimiento de México ha servido, por lo menos en Quintana Roo, ha servido para inyectarle vida a personajes como el líder del PT estatal, Hernán Villatoro y el perredista y expresidente de José María Morelos, Domingo Flota.
De hecho, hubo pocos ovacionados, como la reconocida activista por los derechos de los trabajadores de la salud, Alfonsina Cruz. Al final, firmaron el acuerdo 26 personas, en nombre de sus organizaciones.
Luego de los abucheos y firmas, Andrés Manuel López Obrador volvió a tomar el control de la situación y explicó la necesidad de contar con personas que sumen a su proyecto de nación, sean trabajadores, empresarios, políticos “que no se sienten representados en sus partidos”, etc.
Incluso aprovechó para advertir que Morena no está en contra de ninguna clase y, muestra de ello, son los empresarios que firmaron el pacto. “Pero son los que nos explotan, los que pagan los fraudes”, reviró una anciana desde el público.
Algunos de los presentes mostraban su desacuerdo, pero dejaron de expresarlo para escuchar la plataforma propuesta por el dos veces candidato presidencial, entre las que se encuentran un gobierno austero, fomentar el mercado interno y llevar a la cárcel a los corruptos, que de los 5 billones de presupuesto, “se roban 500 millones. No hay ninguna banda que robe tanto”.
En medio de la presentación de su plataforma, regresó el audio y el megáfono fue sustituido por el micrófono y las bocinas, así como los abucheos, los cuales dieron paso a aplausos para despedir a López Obrador con consignas. Pero muchos de los asistentes se fueron con cara de desconcierto por la adhesión de expriistas a la campaña.

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